Bermejo no escapa de su gris rol

No ha cambiado la llegada de Julio Velázquez el gris rol de Sergio Bermejo, que no escapa en esta temporada de ese papel de revulsivo que le daba Fran Escribá de forma casi habitual y que ahora se ha incrementado con la llegada del entrenador salmantino al Real Zaragoza, que solo le ha dado al mediapunta madrileño tiempo saliendo desde el banquillo. En los tres partidos, ante el Albacete, con 16 minutos, contra el Leganés, con los dos finales más la prolongación, y la veintena que tuvo en el Stage Front Stadium con el Espanyol, donde mejoró grises actuaciones pasadas y hasta rozó el gol en un remate en semifallo que Pacheco despejó con apuros. El caso es que 14 de sus 18 apariciones ligueras en esta temporada (solo no jugó ante el Alcorcón) han sido desde el banquillo, una cifra de salidas como relevo que nadie supera en Segunda y que solo igualan Fran Manzanara, en el Racing de Ferrol y Andrés Ferrari en el Villarreal B.

La reacción virtual con Julio Velázquez

El jugador madrileño, después de una estupenda segunda vuelta en el curso pasado, donde por fin fue protagonista y relevante con continuidad, se lesionó en la penúltima jornada en Ibiza y más de la mitad de su pretemporada la pasó en la enfermería, aunque llegó a tiempo del debut liguero. Lastrado por una preparación atípica, Bermejo no ha logrado alzar el vuelo cuando el curso se acerca a su ecuador, en las 19 jornadas disputadas, donde no ha visto puerta y solo contabiliza la asistencia en una falta muy bien sacada y que Jair convirtió en gol en Tenerife.

Escribá solo le dio cuatro apariciones en el once, ante el Cartagena, el Racing de Ferrol, el Andorra y en el derbi ante el Huesca, donde escuchó pitos al ser relevado. Ninguno de esos cuatro partidos los completó, algo que sí hizo en la dolorosa eliminación copera frente al Atzeneta, donde dio el pase de gol para Mollejo que abrió el marcador y que después fue remontado por el conjunto valenciano, de Tercera RFEF.

El curso pasado, finalizado con cinco goles y cuatro asistencias después de renovar hasta 2025 en el verano anterior pudo ser un punto de inflexión para Bermejo. “Tiene capacidad para plantearse que esta temporada ha sido un año malo con esa aportación”, decía Escribá sobre él al acabar la temporada. Sin embargo, no ha dado ni de lejos ese paso adelante, tapado por el protagonismo de Germán Valera y sin ofrecer el nivel que se le presupone y que solo ha destapado de forma irregular desde que llegó en 2020 con la carta de libertad tras rescindir con el Celta.

Así que Bermejo, con esos 18 partidos de Liga y 533 minutos, está en su campaña de menor presencia sobre el césped a estas alturas. En la 20-21 con dos lesiones de por medio y cinco partidos de baja, ya llevaba nueve choques de titular, por los 12 en la 21-22 y en la pasada. De hecho, esas 14 veces saliendo desde el banquillo que acumula ya son más que en cualquiera de las tres temporadas completas de zaragocista, donde el récord estaba en las 13 que tuvo en la 23-24.

Mollejo sí cambió el papel

Ese papel de revulsivo lo compartía Bermejo con Mollejo, pero a diferencia del madrileño el atacante cedido por el Atlético ha terminado por hacerse un hueco en el once tras acumular hasta 11 presencias saliendo de suplente. Había aparecido desde el banquillo en las 8 primeras citas, fue titular en Andorra, donde anotó, fue suplente con minutos otras tres más y Escribá le acabó por dar la camiseta en el once (Burgos y Oviedo) antes de que una sanción acumulación y otra por su gesto en Cartagena le dejaran sin sitio en el epílogo del anterior entrenador, pero con Velázquez ha sido titular en las tres jornadas, en las dos últimas además como referencia en ataque en el esquema de tres centrales usado por el nuevo técnico zaragocista.