La actualidad del Real Zaragoza

Carlos Vicente, el poder del querer

Marco Menjón, técnico del jugador zaragozano en el Stadium Casablanca, y Eduardo Docampo, en el Calahorra, destacan la mentalidad y las ganas de progresar del extremo del Alavés y canterano del Real Zaragoza

"No le pongo techo, no quiero ponerlo, en lo que dependa de él, va a llegar seguro", dice Docampo

"En la banda te da poderío y equilibrio a nivel defensivo, además de tener gol, pero no de una manera egoísta, marca y asiste", asegura Menjón

Carlos Vicente controla un balón en el partido amistoso del Zaragoza ante el Tuledano en 2018.

Carlos Vicente controla un balón en el partido amistoso del Zaragoza ante el Tuledano en 2018. / ÁNGEL DE CASTRO

La historia sirve para ilustrar lo que es el canterano del Real Zaragoza Carlos Vicente y la vivió su primer entrenador en el Stadium Casablanca, Marco Menjón, que lo dirigió dos años en el cadete. “En un entrenamiento antes de Navidad Carlos se abrió la cabeza, le pusieron bastantes puntos de aproximación y al volver quería seguir entrenando y le dije que ni hablar y él se enfadó”, explica el que fue su técnico, que destaca el convencimiento y la capacidad de progresar del jugador zaragozano del Alavés, unas virtudes que también ve Eduardo Docampo, su míster en el Calahorra en Primera RFEF, en el año de su explosión. ”No le pongo techo, o me gustaría no ponérselo. En lo que dependa de él, va a llegar seguro. Nadie pensaba que iba a tener ese protagonismo en Primera en el Alavés, que iba a jugar tanto nada más llegar y lo está haciendo. A partir de ahí no hay ninguna razón para pensar en que no pueda dar el salto de jugar en un equipo en Europa o consolidarse en la élite al más alto nivel”, asevera.

Tras los comienzos en el Vadorrey a Carlos y a su hermano David les llega el paso en benjamines del Helios, donde estarán hasta acabar infantiles. Menjón es el que los lleva al Stadium y los dirige dos años, en cadetes, mientras que en juveniles, en Liga Nacional, otros dos años, lo hacen Pepe Borque e Ivo Serrano. “Una de las preocupaciones de su padre era si le iba bien a uno y a otro no, pero a ambos desde el principio les fue muy bien, curraban un montón. Carlos jugaba más de delantero que en banda en el Helios, con nosotros empezó ese cambio en el primer año de cadete, más o menos la mitad de tiempo en cada puesto”, explica el actual entrenador del Ajax de Juslibol. “Era un jugador de recorrido, que ayudaba mucho al equipo y que tenía gol. Su jugada típica era recibiendo en la esquina del área, el control orientado y la finalización en el palo contrario. Anda que no lo he visto meter goles así… En los dos años conmigo fue máximo goleador del cadete y su hermano mejor jugador, así su padre ya estaba tranquilo”, asegura con una sonrisa.

Menjón: “Lo veo ahora y veo al mismo jugador que hace siete u ocho años, hacer las mismas cosas, aunque claro que me sorprenden los últimos pasos, pero es que siempre tuvo mentalidad de profesional"

Miguel Gutiérrez y el Real Madrid

Llegaron después el título en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas y la llamada del Zaragoza, con Javier Garcés para el División de Honor y después dos años en el Deportivo Aragón (2018-20) con el mismo entrenador, con el que no dejaron de crecer ambos ambos hermanos. El actual lateral del Girona, entonces en la cantera del Real Madrid, Miguel Gutiérrez, bien que lo sabe, ya que en un partido entre los juveniles de ambos equipos lo tuvieron que quitar al descanso porque no podía parar de ningún modo al ahora jugador del Alavés. Carlos, a su potencia a su capacidad competitiva, le añadió una clara progresión en el fútbol colectivo, en las técnicas de finalización y de centro.

Carlos Vicente, con el también exzaragocista Jesús Álvarez, en el ascenso del Racing de Ferrol.

Carlos Vicente, con el también exzaragocista Jesús Álvarez, en el ascenso del Racing de Ferrol. / SERVICIO ESPECIAL

“Lo veo ahora y veo al mismo jugador que hace siete u ocho años, hacer las mismas cosas, aunque claro que me sorprenden los últimos pasos, pero es que siempre tuvo mentalidad de profesional. Da equilibrio a nivel defensivo sin perder profundidad, por ese poderío físico que tiene para llegar de área a área. En la banda te da ambas cosas y además tiene gol, pero no de una forma egoísta, sino para marcar y para asistir”, explica Menjón.

Docampo: "Desde el primer momento él se tomó la oportunidad del Calahorra como un punto de inflexión. Pasó por un momento de bajón, no era titular y lo sacaba desde el banquillo y casi cada vez que salía marcaba o daba una asistencia. Eso también me demostró esa fortaleza mental que tiene”

David llegó a debutar en el Zaragoza, en Copa ante el Valencia, pero no Carlos. La irrupción de Francés y Borge en el torneo copero en Socuéllamos con Víctor Fernández le restó protagonismo a su hermano, por el primer equipo habían asomado antes Soro o Clemente, lo harían después Buyla y Baselga, probablemente David hubiera tenido hueco, no así Carlos, pero ambos hermanos decidieron abrir la puerta e irse en el verano de 2020. Nástic fue el paso del ahora alavesista, solo unos meses, amargos, para irse al Ejea en Segunda B y ahí recuperar la ilusión.

Carlos Vicente recoge un premio en el Calahorra de las peñas de ese equipo.

Carlos Vicente recoge un premio en el Calahorra de las peñas de ese equipo. / CD CALAHORRA

“No le conocía y todo el mérito de su fichaje es de Edu Arévalo, que era el director deportivo. Desde el primer momento él se tomó la oportunidad del Calahorra como un punto de inflexión, con esas ganas de demostrar que podía tener un sitio. Pasó por un momento de bajón, no era titular y lo sacaba desde el banquillo y casi cada vez que salía marcaba o daba una asistencia. Eso también me demostró esa fortaleza mental que tiene”, explica Docampo, ahora asistente de Robert Moreno en el Sochi ruso, donde también anda el aragonés Javier Chocarro como preparador físico.

“Tuvimos muchas conversaciones ese año y me lo quise llevar a la Cultural, pero el Racing de Ferrol tenía demasiado potencial a todos los niveles y le convenció. Allí es donde ya rompió de forma absoluta”, añade el entrenador vasco, que se queda ante todo con el convencimiento y la seguridad que tiene el futbolista zaragozano en sus posibilidades. “Lo que destaco por encima de todo, y es muy importante, son sus enormes ganas de hacer las cosas bien. Después, me gusta cómo se desmarca, los centros o las llegadas al área. Siempre genera peligro cuando participa, es un jugador que cuando entra en juego pasan cosas, eso es un tesoro para cualquier entrenador”, asevera, una frase que apostilla con convencimiento también Menjón. “Estoy convencido de que va a ser importante en el Alavés y creo que llegará a jugar en Europa”, espeta, con una coletilla: “Y su hermano también llegará a Primera, seguro”.

David y Carlos Vicente, en un entrenamiento con el primer equipo del Real Zaragoza.

David y Carlos Vicente, en un entrenamiento con el primer equipo del Real Zaragoza. / JAIME GALINDO

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