A dos semanas de la boda, Letizia seguía ayer en pleno decatlón de preparativos, que en esta ocasión la llevaron hasta el taller del diseñador Lorenzo Caprile. El modisto le ha confeccionado los vestidos que lucirá el viernes que viene en el enlace del príncipe de Dinamarca, y en la cena de gala que se celebrará en El Pardo la víspera de su boda.La incursión de Letizia en la exclusiva zona de Serrano fue la comidilla del barrio. La noticia de que había entrado en coche y a las 13.30 horas en el taller de Caprile por la puerta de carruajes hizo que el vecindario se echara a las ventanas a la espera de su salida. A medida que pasaban los minutos, también se hacía más nutrido el comité de bienvenida a la prometida del Príncipe que cámaras y espontáneos iban organizando a las puertas del edificio.La jornada de Letizia no acabó ahí. La futura princesa también se dejó caer por el centro comercial ABC de la calle de Serrrano y estuvo en la sección infantil de la tienda de ropa y decoración Musgo, donde no compró nada.Quien ya tiene terminado el traje de la boda es la Reina: lucirá un traje largo de la diseñadora Margarita Nuez y se tocará con la clásica mantilla española. LUZ SANCHIS