Los españoles con licencia para conducir coches podrán pilotar motocicletas de 125 centímetros cúbicos a partir de hoy, día de entrada en vigor del Reglamento General de Conductores. La conducción de motos ligeras de hasta 125 centímetros cúbicos, una vieja reivindicación del sector de las dos ruedas, estaba limitada hasta este momento a los poseedores de la licencia A2 tras superar un examen que habilita para éste y cubicajes superiores.

Con la modificación del Reglamento de Conductores, los conductores con la licencia B1 que les habilita para los turismos podrán conducir este tipo de motocicletas siempre y cuando estén en posesión del carnet con una antigüedad superior a los tres años. Otros requisitos impuestos por la nueva norma se refieren a la potencia del vehículo, que no ha de superar los 11 kilovatios, al tiempo que la relación entre peso y potencia no debe estar por encima de los 0,11 kilovatios por kilogramo.

Con esta medida se trata de mejorar la fluidez de la circulación en los núcleos urbanos y de reducir en general el consumo de combustible y los niveles de contaminación.

La decisión trata, igualmente, de reanimar el mercado de ciclomotores y motocicletas, aquejado en los dos últimos años por un fuerte descenso de las ventas por un encarecimiento de las pólizas de seguro.

De hecho, el crecimiento de las matriculaciones de motocicletas registrado el pasado mes de septiembre, cercano al 60%, es atribuido a la proximidad de la entrada en vigor de la nueva norma, que ha propiciado, por otra parte, una agresiva estrategia comercial de todas las marcas, que han renovado la oferta de este tipo de vehículos, así como las condiciones de compra.

La oferta de las marcas, incluso, pasa por campañas como la protagonizada por el fabricante Suzuki, uno de los líderes de este segmento de mercado, que ofrece un cursillo rápido dirigido a los nuevos conductores. La compañía argumenta que es probable que la mayor parte de éstos no hayan manejado nunca una motocicleta y vean en esta circunstancia una barrera para beneficiarse de las posibilidades de uno de estos vehículos.

El cursillo consiste en una clase de una hora de duración en la que se explican los conceptos básicos y se practica la conducción con y sin profesor, informa Efe .

Las compañías de seguros, señaladas por el sector como responsables de la crisis del mercado, también se suman a las ofertas para atraer a la nueva clientela, potencialmente estimada en 11 millones de nuevos usuarios, con productos específicos para este tipo de conductores.

Por contra, las autoescuelas, rechazan la medida y así lo manifestó el presidente de la Confederación Nacional, José Miguel Báez, quien, en declaraciones a Europa Press , consideró que "cada vehículo tiene un tipo de técnica y de conducción".