Los dueños que dejan a sus perros sueltos en el Vondelpark de Amsterdam corren más riesgo de ser denunciados y multados que las parejas que practican el sexo al aire libre sobre el césped del parque. Los primeros, según el ayuntamiento, causan más molestias a los demás usuarios del céntrico recinto que los amantes, que podrán mantener relaciones siempre que sea de noche, estén alejados de los parques infantiles y recojan la basura que generen.

El anuncio de que a partir del próximo septiembre se dejará de perseguir a los amantes nocturnos ha causado estupor y aprobación a partes iguales. Una zona del Vondelpark, situada cerca de un jardín de rosas, es un conocido lugar de cruising, un punto de encuentro de gais para mantener relaciones fugaces.

"APENAS MOLESTA" A pesar de que el ayuntamiento reconoce que el sexo libre está vetado por ley, argumenta que es difícil controlarlo y perseguirlo. "¿Por qué prohibir algo que apenas molesta a otras personas y que, por el contrario, da mucho placer a un grupo determinado?", se preguntó ayer Paul van Grieken, concejal de los Verdes y responsable del nuevo plan de usos del Vondelpark, que todavía debe ser aprobado. "Practican el sexo a unas horas en que apenas hay gente ya en el parque", añadió. A diferencia de los parques públicos de algunas ciudades españolas, el de Amsterdam no cierra de noche.

Cada año, unos 10 millones de personas visitan el Vondelpark, una zona verde que se encuentra de camino entre el casco antiguo de Amsterdam y la plaza de los museos, como el Van Gogh.