RADARES

Los 'frenazos' antes de los radares: también vigilados y sancionados por la DGT

Se trata de los radares 'cascada', con los que pueden detectar este comportamiento tan común

Radar de la DGT

Radar de la DGT

La DGT intenta que los conductores respeten las normas de circulación para mantener así una mayor seguridad vial y reducir las muertes en carretera. El exceso de velocidad es la infracción más común, y de cada cuatro accidentes que se producen por esta causa, al menos en uno hay víctimas mortales.

Es muy común que los conductores reduzcan la velocidad cuando se acerca un radar para pasarlo a la velocidad permitida, y algunos lo hacen de manera muy brusca. Pues bien, la DGT también sancionará esta infracción, y para detectarla contará con los llamados radares cascada. Lo hacen porque, además de que es obligatorio cumplir con las limitaciones en toda la vía y no sólo donde se encuentra el radar, estos frenazos pueden ser peligrosos si son muy bruscos, llegando a provocar un accidente con los vehículos que circulen por detrás.

Multas de hasta 200 euros

La DGT se basa en el artículo 53 del Reglamento General de Conducción, que dice:  “Salvo en caso de inminente peligro, todo conductor, para reducir considerablemente la velocidad de su vehículo, deberá cerciorarse de que puede hacerlo sin riesgo para otros conductores y estará obligado a advertirlo previamente del modo previsto en el artículo 109, sin que pueda realizarlo de forma brusca, para que no produzca riesgo de colisión con los vehículos que circulan detrás del suyo”.

La multa que acarrea por tanto es la de la propia acción del frenazo en sí, tipificada como grave y sancionada con 200 euros, más la infracción por circular a la velocidad anterior a dicho frenazo, por lo que la multa puede ser doble.

También están los radares 'dobles', que sirven para detectar los acelerones que se producen una vez que el conductor ha pasado el radar, algo también muy común en carretera.

Según el Reglamento, para frenar de manera segura se debe indicar antes de manera reiterada con las luces de frenado y asegurarse de que no supondrá un riesgo para otros vehículos, a no ser que sea para salvar una colisión inminente.