Los secretos de los bares para que gastes más dinero en cada visita
Los establecimientos hosteleros utilizan estrategias para que el cliente no repare en lo que se está gastando
Los bares y los restaurantes son negocios. Y, como tal, buscarán ampliar sus beneficios mediante algunas estrategias que no siempre son conocidas por los clientes. Es más, en la mayoría de casos estos trucos solamente son conocidos por los trabajadores de la hostelería.
Hace poco te presentamos los secretos de los supermercados para controlar el gasto que hacían los clientes. Manipular el ritmo de la música, colocar los productos en lugares estratégicos o cambiar los alimentos de pasillos en función de dónde está la entrada son variables que influyen en los hábitos de compra de los consumidores.
Ahora, vamos a enseñarte algunas técnicas que los bares y restaurantes llevan a cabo sin que te des cuenta hasta que pides la cuenta. Es en ese momento cuando ves que el precio es mayor del que habías imaginado.
El truco que no conocías y con el que podrás ahorrarte hasta 150 euros cada mes al hacer la compra
Los trucos de bares y restaurantes
Uno de los mayores secretos tiene que ver con las raciones y el número de unidades que tiene cada ración. Esto sucede con, por ejemplo, gambas, croquetas y otros alimentos que se coman de uno en uno. Puede que, en muchas ocasiones, hayas pensado que falta alguna unidad. Y esto no es casualidad.
Los establecimientos hosteleros suelen usar una regla numérica que se basa en el uso de números primos para servir raciones. Estos son los números que únicamente se pueden dividir por sí mismos y por uno. Es decir, las raciones que sirven tienen un total de 2, 3, 5, 7... unidades.
Se desvela el truco para saber cuál es la fila más rápida en el supermercado
¿Y cuál es el motivo? Es muy sencillo. El hostelero buscará generar un pequeño "problema", ya que la cantidad a repartir entre los comensales nunca será la misma. Para poder repartirlo correctamente, los clientes pedirán otra ración, de forma que todos puedan comer lo mismo.
Un pequeño ejemplo práctica sería que dos personas pidan una ración de tres croquetas. En este caso se podrían comer una croqueta cada uno y dividir por la mitad la otra. Aunque otra forma de equilibrarlo sería pedir dos raciones y que cada persona se comiera un total de tres croquetas.
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Aperitivos gratuitos
Hay otras prácticas que también están muy extendidas en algunos lugares de España. Ofrecer aperitivos totalmente gratis es un arma de doble filo. Al establecimiento le cuesta una pequeña cantidad de dinero, pero que pretende amortizar de una forma muy inteligente.
Los aperitivos que se sirven suelen ser patatas fritas o frutos secos, que son muy salados. Estos producen sed, por lo que los clientes pedirán más bebidas. La recomendación es que aproveches esa "oportunidad" de un aperitivo gratis pero sin pasarte con las bebidas si no quieres gastar una gran cantidad de dinero.
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