SUCESOS EN ARAGÓN

La joven desaparecida en Zaragoza se presenta con su bebé en una comisaría de El Vendrell

Su tía María Isabel notificó la desaparición de ambos el pasado martes 25 de octubre | Ella había quedado en acompañarle al centro de salud ya que el niño estaba enfermo y tenía fiebre

Rostro de los desaparecidos.

Rostro de los desaparecidos. / MINISTERIO DEL INTERIOR

Final feliz. María Castidad Giménez -la joven de 19 años que desapareció junto a su bebé de 22 meses el pasado martes 25 de octubre en el barrio de Santa Isabel de Zaragoza- se ha presentado de forma voluntaria junto a su niño en una comisaría de los Mossos d'Esquadra de El Vendrell tras once días de búsqueda por parte del Grupo de Desaparecidos de la Policía Nacional. En ese mismo momento, se ha procedido a retirar la alerta de desaparición.

Como adelantó su tía María Isabel a este diario, la desaparecida le llamó con número oculto días después de su desaparición. “Tiica, no llores”, fueron las palabras con las que se dirigió a su tía, a lo que siguió un “¡Trae!” de una segunda persona que terminó con la conversación.

La desaparición de madre e hijo se notificó el pasado martes 25 de octubre. María Isabel contó que había quedado con María Castidad a las 9.15 horas para acompañarle a un centro de salud del barrio de Santa Isabel -donde reside la familia- ya que el bebé estaba enfermo y tenía fiebre. Después de que María Isabel llevara a sus hijos al colegio, volvió a casa y fue consciente de que algo no iba bien cuando su sobrina ya estaba allí.

Desde ese momento, la familia se había volcado en la búsqueda de María Castidad y Lorenzo Giménez “por todas las calles” y en muchos barrios de la capital aragonesa como el mismo Santa Isabel, El Oliver, Delicias o el Arrabal. “No voy a parar de buscarla aunque me cueste uno, dos o cinco años”, dijo su tía, quien insistía en que no sabía qué podía haber detrás de la desaparición de su sobrina ya que “nunca salía sola de casa”, pues siempre lo hacía “acompañada” de sus tíos. 

María Isabel mantenía que era muy poco probable que la decisión fuera premeditada porque “se fue con lo puesto”. De hecho, no cogió “ni pañales ni biberón” para el niño y ella solo se llevó su carnet de identidad y cinco euros. “Ni dormimos buscándola”, lamenta la tía mientras añadía que también habían visitado los domicilios de sus amigas, pero “ninguna sabía nada”.