La escena del crimen siempre habla y en el caso del asesinato de José Antonio Delgado a manos de la conocida como la banda del Badoo más todavía. Los agentes de la Guardia Civil que fueron al barranco del Lobo, un paraje inhóspito entre Pedrola y Pozuelo de Aragón en el que la víctima fue enterrada viva, no dudan en señalar a las dos personas que se sientan en el banquillo de los acusados, Hendangeline Candy Arrieta y Mohamed Achraf. De hecho, aseguraron en la tercera sesión del juicio con jurado en la Audiencia de Zaragoza que la víctima tuvo que ser desplazada desde el coche hasta la fosa "en volandas", por lo que solo una persona no pudo haberlo sepultado. Los investigadores no dudaron en calificar de "itinerario del horror" las 48 horas que vivió la víctima mortal antes de fallecer.

Una afirmación que responde a que la Guardia Civil consiguió situar al empresario de Getxo sobre las 19.15 horas del 6 de septiembre de 2019 en el punto de la carretera de acceso a la localidad de Luceni en el que acordó encontrarse con la acusada, Hedangeline Candy Arrieta, mujer venezolana de 34 años. El seguimiento tanto de la tarjeta de crédito de la víctima tras su desaparición, de la que se extrajeron 1.800 euros en un breve plazo de tiempo, de las conexiones hechas con su teléfono móvil y de los datos de posicionamiento del sistema GPS de su vehículo, un Mercedes 220 color rojo, apuntaron, según los agentes, a una desaparición "inquietante" motivada por el robo.

Los investigadores aseguraron que José Antonio Delgado fue asaltado poco después de llegar a Luceni por los procesados, golpeado y trasladado a la nave que se convirtió en un centro de torturas. Allí, legalmente, Mohammed  Achraf tenía un taller de coches y una zona habilitada como vivienda en la que residía con la acusada. Aseguraron, además, que el brazalete localizador que portaba el acusado, que le había sido colocado debido a una orden judicial de alejamiento de una expareja, reveló que había estado en la zona descampada y alejada de Pedrola donde fue enterrada la víctima las noches del 8 y el 9 de septiembre. La autopsia realizada semanas después al cadáver puso de manifiesto que el empresario había sido enterrado aún con vida, dada la presencia de tierra en sus pulmones, tal y como adelantó en su día EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

Los agentes que estuvieron allí señalaron que enterraron el cadáver a 7,8 kilómetros del núcleo urbano de Pedrola, en una zona que no lleva ningún camino y por el que no se puede transitar con vehículos. Allí hallaron unas rodadas de 21 centímetros sobre tierra caliza correspondientes a un turismo normal y averiguaron que desde el punto donde los encausados dejaron el coche a la fosa en la que enterraron el cadáver hay 24 metros, por lo tanto, tuvieron que llevar el cuerpo andando. Imposible que lo hiciera una única persona por la corpulencia de la víctima.

Nada más llegar al punto que les marcó el brazalete que llevaba Achraf fue un montículo de tierra en el que sobrtesalía el vientre del cuerpo, como consecuencia de la acción de los animales que habían escarbado. También observaron la marca de una pala y encontraron una colilla de un cigarrillo de la marca LM de la que luego extraerían el perfil genético de Mohamed Achraf. Luego, tal y como explicaron, estuvieron cuatro horas sacando tierra poco a poco para sacar el cuerpo entero, que estaba completamente desnudo, descalzo y con la boca abierta.

Tierra caliza en el coche de los acusados

Las numerosas muestras de tierra caliza que tomaron fueron comparadas después con los restos hallados en el coche de los acusados, un Mercedes gris, tanto en la parte del conductor como del copiloto, y el análisis reveló que eran similares. En el maletero de ese vehículo metieron luces forenses y detectaron que había restos biológicos con ADN no solo del fallecido sino de otra de las víctimas de la banda a la que, con el mismo método de captación a través de Badoo, habían secuestrado, golpeado y robado pocos días antes.

"Nuestra conclusión fue que José Antonio Delgado estuvo en ese maletero, las personas que viajaron en ese coche pisaron tierra similar a la del lugar enterramiento y condujeron y viajaron en ese vehículo", afirmaron los guardias.

Este jueves continuará el juicio oral contra ambos, quienes se enfrentan a la prisión permanente que solicita la abogada de la acusación, Estefanía Rojo, frente a la defensa ejercida por los abogados Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, quienes, de momento solicitan la libre absolución después de que los encausados se culparan entre ellos.