Preparar un setup para jugar a videojuegos o para streamear es uno de los pasos más importantes. Tener un buen ordenador o la consola, una mesa adecuada, un buen micrófono si fuera necesario, una buena cámara... Todo tiene su punto de importancia.

Pero dentro de esta lista, que puede ser larguísima, de elementos necesarios para tener un setup de primera uno de los más importantes sin duda es la silla. Las de tipo gaming se han puesto muy de moda en los últimos tiempos y la ciencia y tecnología que hay detrás es enorme. El objetivo no solo es que sean bien estéticas y bonitas, sino que además se adapten a la perfección al usuario para que su espalda y sus músculos no se resientan, contando que se van a pasar varias horas ahí.

Ahora bien, tienen un inconveniente general: su precio. Son tan buenas, tan cómodas, tan preparadas con materiales de primerísima calidad y tan prácticas que su precio suele superar, a veces incluso con creces (en las de alta gama) los 100 euros. Realmente como una silla de oficina buena, que también suele estar por esos precios.

Sin embargo, Ikea siempre tiene un as en la manga y, aunque en su amplia gama de sillas gaming hay opciones de todos los tipos y precios, hay una novedad que lleva poco tiempo en el mercado y que ha llegado para reventarlo y es la silla Huvudspelare. Memoriza con su nombre (si puedes).

Precio imbatible

El gran secreto que tiene esta silla es su precio, que rompe con la media y ofrece una solución muy barata para lo que se suele encontrar en el mercado, ya que tan solo cuesta 59 euros. De hecho, la siguiente silla del catálogo ya pega un salto hasta los 99 euros.

La silla gaming de la firma sueca. Ikea

"Ajusta la altura y el ángulo para sentarte cómodamente, y que empiece el juego. El respaldo te aporta un buen soporte lumbar y la malla te mantiene fresco incluso cuando el juego está en su momento más álgido", comenta Ikea en su web.

No tiene las pequeñas almohadas que sí que tienen otras ni es tan ergonómica, pero sí que es una silla con un diseño gaming, que cumple su función a la perfección y que es una alternativa barata y cómoda. En cuanto a los colores, aunque Ikea tiene otras sillas en las que sí que se puede elegir, este no es el caso, ya que es de color negro con detalles en rojo.