La estimación es que en las Navidades cada español gana alrededor de tres kilos. Y aparte, el cambio de año siempre suele traer consigo nuevos propósitos, entre los que se suele encontrar la pérdida de peso y quitar precisamente lo que se ha ganado y algo más para estar más sanos y vernos mejor.

Aunque todavía está muy lejos, después de la Navidad ya se empieza a ver al fondo el verano. Sí, queda muchísimo todavía, pero si tu objetivo es perder peso hay que hacerlo poco a poco, de manera controlada y evitando dietas milagro que no te harán bien al cuerpo, por lo que conviene ir empezando ya.

Pero realmente no hace falta ponerse a dieta para perder esos kilos de más, sino que hay pequeños trucos y consejos que, como podrás comprobar, ayudarán a conseguirlo. Eso sí, de nada servirán si por ejemplo te atiborras a alimentos grasientos, comes mucha bollería industrial y dejas de lado completamente la verdura, fruta y hortalizas y el ejercicio físico. Ahora bien, con unos hábitos normales, te ayudarán.

Los consejos

  • Bebe mucha agua. Aparte de ser muy sana para el organismo y vital para nuestro cuerpo, tiene efecto saciante, por lo que si tomas un par de vasos un rato antes de comer te sentirás más lleno, comerás menos y, por tanto, se reducirán las cantidades.
  • Come en plato de postre. Uno de los grandes trucos que también sirve. Tiene efecto psicológico, porque parece que el plato está colmado, pero en realidad al ser más pequeño se come menos. Todo ventajas.
  • Reduce al máximo el azúcar. El que contiene la fruta de forma natural, por ejemplo, no, pero sí el industrial y el artificial. No tomes refrescos azucarados e intenta tomar café o té sin azúcar también. Lo notarás muy rápido.
  • Come tranquilo. Primero, aunque sea difícil, trata de comer centrándote en comer, es decir, sin televisor ni móvil ni nada. Y segundo, mastica bien, saborea y disfruta porque da mayor sensación de saciedad.
  • Toma mucha fibra. Volvemos al primer punto. Aparte de ser buenísima para la regulación intestinal, es muy saciante, así que evitará que comas de más.
  • Duerme bien. Descansar es clave sin duda. El estrés y estar cansado hace que bajemos la guardia y consumamos no solo más alimentos, sino muchos que no necesitamos.