La listeria está de nuevo en boca de todos después de que un lote de embutidos de Vicente López, concretamente de cabeza de cerdo, haya tenido que ser retirado después de estar contaminado. De todos modos, no es la primera vez que sucede, ya que en los últimos meses se han lanzado advertencias sanitarias sobre un queso de Málaga, carne mechada, foie gras o butifarra, por ejemplo.

La listeria monocytogenes es la bacteria que provoca la listeriosis, que es la enfermedad. Puede estar presente en la tierra, el agua y en organismos vivos y tiene dos características que la hacen especialmente peligrosa, más allá de sus efectos, los cuales te contaremos a continuación y es que es capaz de sobrevivir y reproducirse a bajas temperaturas, por lo que no muere en la nevera o el congelador (como por ejemplo sí pasa con el anisakis). Solo muere a altas temperaturas.

¿Qué síntomas provoca?

  • Fiebre
  • Vómitos
  • Dolor de cabeza
  • Malestar estomacal

¿A quién afecta?

La listeria es una bacteria que no afecta a todas las personas de la misma manera. De hecho, es muy raro que afecte a adultos sanos, aunque sí que tiene una gran incidencia en embarazadas, personas mayores, personas con el sistema inmunológico debilitado y bebés.

En esos casos es común que se requiera de hospitalización. En las personas mayores puede generar meningitis o problemas en el torrente sanguíneo y en embarazadas, aunque los efectos suelen ser leves, no lo son para el feto. De hecho, en un 20% de casos se llega hasta a perder el bebé.

¿En qué alimentos puede estar?

Al encontrarse en la tierra, el agua u organismos vivos puede estar prácticamente en cualquier lado, pero los más comunes son los siguientes:

  • Embutidos
  • Leche cruda y todos sus derivados. Este es uno de los motivos por los que se pasteuriza. Es decir, no solo la leche, también quesos, natas, cremas, yogures...
  • Patés
  • Carne de cerdo poco cocinada
  • Algunos pescados
  • Productos preparados para llegar y consumir. Es decir, comida preparada.