Limpiar es una de las tareas que menos nos gusta hacer. Aunque hay personas que disfrutan o que sienten la necesidad de tener el hogar siempre perfecto, ese no es el caso de la mayoría de la gente, que más bien es perezosa por la cantidad de pequeñas cosas que hay que hacer.

Para evitar que sea una tarea tan poco gratificante hay pequeños trucos, por un lado, y errores por otro, que pueden retrasar esas faenas o dejarlas completamente inútiles, por lo que te obligarán a repetir el proceso, con la pereza que da eso. Así que ponlos en práctica.

Lejía siempre en agua fría

Uno de los fallos más comunes y que tiene base científica. Mucha gente, para que los suelos se sequen antes, los friega con agua caliente, pero si se utiliza lejía es un error garrafal. El motivo es que el cloro se evapora y se pierde el poder desinfectante, es decir, que pasaremos agua. Ni que decir tiene que no uses nunca la lejía sola y siempre con agua, pero fría o templada tirando a fría.

La lejía, siempre con agua fría. Freepik

Muchas cosas pequeñas son una grande

No dejes de hacer pequeñas cosas que no te llevarán nada de tiempo, porque luego si las tienes que hacer todas todo se ha acumulado y es cuando surge la pereza de verdad. Por ejemplo, recoge siempre las migas de la mesa tras comer, mete los platos, vasos y cubiertos en el lavavajillas rápido, limpia las salpicaduras... Parece que no pero cuando toca limpieza general ayuda a dar sensación de que hay menos que hacer.

Una bayeta para cada cosa

La bayeta recoge muchas cosas, pero también bacterias, microbios y suciedad. Por eso, si usamos la misma para la encimera de la cocina, la mesa del comedor o el inodoro acabaremos moviendo todo de un sitio a otro. Una bayeta cuesta literalmente céntimos, así que no escatimes, que es bueno para la salud.

Hacer la cama ayuda a dar sensación de orden. Freepik

Hacer la cama

Aunque es necesario dejarla unos minutos o incluso unas pocas horas sin hacer para que se ventile, muchas bacterias se vayan y que los ácaros no encuentren un lugar de acampada, hacerla da mucha sensación de orden y de limpieza.

No todo para un día

Una panzada de limpiar un día solo va a propiciar que estemos con una sensación de falsa seguridad. Es mejor ir poco a poco, tomándolo como hábito para mantener unos mínimos. Si no, se hará bola y será complicado.

Leer las instrucciones

Nadie mejor que un fabricante para saber lo mejor para nuestra casa. No por echar más lejía se desinfecta más, no por agregar más detergente a la lavadora limpia más... Algunos productos necesitan unos minutos mínimos para actuar y otros se pueden retirar en el momento. Lo que podemos ocasionar es que, con el tema de la lejía, no consigamos nuestro propósito.