Se ha iniciado una cruzada contra este alimento. Todo el mundo coincide en que consumirlo de forma procesada es malo para la salud salvo que se haga en su justa medida y sus cantidades recomendadas con muy bajas. Y lo más aconsejable es hacerlo de forma natural, a través de alimentos que ya lo contengan de por sí.

A la hora de perder peso es un producto absolutamente clave que hay que erradicar de raíz. La clave, como hemos contado en más de una ocasión, es reducir el contenido de calorías que se ingieren diariamente y combinarlo con ejercicio físico y este alimento estará totalmente prohibido si se quiere perder peso.

Hacer ejercicio es algo muy importante también, por lo que si se combinan una dieta sana con algo de movimiento el resultado estará asegurado desde el primer momento. Además, existen pequeños detalles como este del enlace que con solo 15 minutos al día serán un gran aliado para quitar esos kilos de más.

Fuera el azúcar

El azúcar es el alimento prohibido y es necesario saber dónde está para no consumirlo. Ahí entran sobre todo las bebidas azucaradas (que se pueden sustituir por agua o zero), bollería y productos procesados industrialmente principalmente. Las galletas de chocolate, napolitanas, ensaimadas, etcétera estarán prohibidos por su azúcar y grasa.

Sin embargo, en las frutas, yogures o zumos naturales sí que hay azúcares que son indispensables para nuestro organismo y que no conviene eliminar. Es decir, fuera los procesados. Con ello se conseguirá bajar de peso prácticamente de forma inmediata, lo que te puede animar a continuar con una alimentación sana.

También es necesario eliminar totalmente el alcohol, especialmente los cócteles y combinados. Primero, porque precisamente se suelen mezclar con bebidas con un altísimo contenido en azúcar y, además, interrumpe la oxidación de las grasas e hidratos de carbono, produciendo que en lugar de quemarlos los almacenemos en nuestro cuerpo en forma de grasa.

Para sustituirlo, además de echar mano de alimentos con azúcares naturales, se pueden comer alimentos saciantes y bajos en calorías que reduzcan la necesidad de tomar azúcar.