Casi nada escapa de la inflación, aunque sí que es verdad que hay algunos productos de los que ya te hablamos que han escapado al alza de los precios y, de hecho, han bajado. Pero esa es, por desgracia, la excepción y no la norma. Se avecina un cambio inminente en el precio de la bombona de butano.

El precio, para evitar que los efectos de inflación afectasen todavía más, se había congelado y quedado en 19,55 euros desde finales de junio, pero esta medida finalizará en el momento en el que cambiemos de año, es decir, el 1 de enero de 2023. Un precio que, por cierto, es alrededor de dos euros superior al máximo que se marcó en 2013 y 2014.

¿Qué dice la ley?

El precio de la bombona de butano no se puede revisar todos los días ni de una manera totalmente aleatoria, ya que está regulado. Para empezar, se realiza esa revisión cada dos meses y se realiza en base a una fórmula matemática.

De este modo se consigue que nunca sea superior a un 5%, tanto de subida como de bajada. Es decir, es una fluctuación controlada. Ahora bien, una vez termine la congelación del precio del Gobierno de España (salvo que decidan ampliarlo, algo que de momento todavía no se ha hecho).

Por lo tanto, es esperable que suba un 5%, que es el máximo legal, salvo que haya otra regulación gubernamental. Eso significará que el precio marque un nuevo máximo y que sea más del doble del mínimo, que se marcó en 2008, con 10,50 euros por bombona.

Y también habrá que ver si la revisión se hace en base al precio congelado (por lo que la bombona llegaría a los 20 euros) o se hace en base al precio que hubiese tenido en caso de haber subido, es decir, que podría llegar hasta casi los 23 euros.