¿Merece la pena comprar una bicicleta eléctrica? Los pros y contras que nadie te cuenta

En los últimos años se ha ido popularizando el uso de este tipo de medio de trasporte

Una persona montada en una bicicleta eléctrica

Una persona montada en una bicicleta eléctrica / Shutterstock

La movilidad eléctrica esta cada vez más presente entre la ciudadanía. Aunque los patinetes eléctricos son la opción más elegida por los españoles, las bicicletas eléctricas también se están convirtiendo en una opción interesante para moverse por las ciudades.

De hecho, el Observatorio Cetelem ha realizado un estudio en el que establecen que el 25% de los españoles tiene intención de adquirir uno de estos dos medios de transporte próximamente debido a sus bajos precios y sostenibilidad. ¿Pero merece la pena hacerse con uno de estos vehículos?

La creciente preocupación por el medio ambiente ha provocado que nazcan vehículos de transporte más sostenibles. Cada vez es más habitual ver autobuses y coches eléctricos por las ciudades conviviendo con los tradicionales. Mientras que los patinetes eléctricos inundan los carriles bici y calzadas desde hace unos años, las bicis eléctricas no han supuesto una irrupción tan grande pero comienzan a verse con más frecuencia.

Las ventajas de tener una bicicleta eléctrica

Es poco posible que vivas tan cerca de tu trabajo como para ir andando hasta él cada día. Si es tu caso, considérate un afortunado, ya que esto no es habitual. Muchas personas se ven obligadas a usar algún medio de transporte cada día para acudir a su puesto de trabajo. Aunque pocos son tan respetuosos con el medio ambiente como la bicicleta eléctrica.

Obviamente, la bicicleta normal es su principal competidor, ya que sus emisiones son cero. Sin embargo, tiene algunos inconvenientes si la distancia que se va a recorrer es moderada o larga. O si tienes que subir cuestas demasiado pronunciadas y que requieran un gran esfuerzo físico.

Además, tiene otras ventajas, como su capacidad de aceleración. Esto te permitirá salir más rápido de los semáforos o de alguna situación que pueda resultar peligrosa. La bicicleta eléctrica no contamina y está equipada con pequeñas baterías cuyo consumo es mínimo. Motivos suficientes para convertirse en un transporte limpio y sencillo.

¿Qué problemas tienen las bicicletas eléctricas?

Las bicicletas más recomendadas por la Asociación de Consumidores rondan los 3.000 euros. Mientras que el precio medio de las bicicletas eléctricas que se vendieron en España durante el año 2020 supera los 2.600 euros, según la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE).

Estos precios, aunque resulten baratos si los comparamos con coches o motos, son bastante elevados si los comparamos con sus principales competidores: los patinetes eléctricos. También hay bicicletas más baratas, pero se suelen encontrar en precios superiores a los 1.000 euros.

Otro de los principales inconvenientes es la autonomía, que no suele ser demasiado larga. Un problema que aumenta todavía más si se tiene en cuenta que la red de recarga eléctrica es bastante reducida. Estas bicicletas pueden tardar en cargarse por completo entre dos hora y media u ocho.

Ni que hablar de su peso, que en ocasiones superan los 12 kilos. Transportarlas o subir las escaleras con una de ellas a hombros puede suponer un gran problema, que podría verse agravado si te quedas sin batería a mitad de trayecto. Esta es, sin duda, una de las grandes diferencias con las bicicletas normales, con modelos de todos los pesos y tipos.