Poner azúcar en el césped: el truco para mantener tu jardín impecable

Este alimento es una alternativa si no queremos utilizar productos químicos

Las malas hierbas siguen creciendo y el azúcar puede ser útil contra ellas

Las malas hierbas siguen creciendo y el azúcar puede ser útil contra ellas / Pixabay

Con la llegada del verano, es imprescindible tener el jardín bien arreglado. Y es que a todo el mundo le gusta ver los jardines con el césped en perfectas condiciones con las flores y las plantas dando colorido. Sin embargo, no es fácil conseguir un jardín bonito.

Si hay un elemento que puede arruinar nuestro jardín o el césped de casa, ese es la mala hierba. Crece sin control a pesar de nuestros intentos por mantener ordenada nuestra parcela y tenemos que realizar constantes controles y tratamientos para evitar que se extienda.

¿Qué podemos hacer si no queremos utilizar productos químicos? Las malas hierbas y la maleza pueden erradicarse gracias al azúcar. El azúcar reduce la germinación de ciertas semillas que producen malas hierbas en el suelo y en las macetas.

El truco del azúcar en el jardín

Experimentado por australianos, este remedio ha dado resultados sorprendentes. Numerosos suelos fueron tratados con azúcar, medio kilogramo por metro cuadrado sería la cantidad destinada a este fin. El tratamiento se realizaba antes del acolchado y, una vez utilizado el azúcar, las malas hierbas desaparecían.

Si te preguntas el por qué necesitamos echar azúcar, la respuesta es muy sencilla. En nuestro césped encontramos plantas que han nacido y crecido en el suelo. Las malas hierbas, en cambio, se han infiltrado y compiten con las plantas buenas para robarles su alimento.

Las plantas que nacen en nuestro césped quieren un bajo contenido en nitrógeno, las malas hierbas requieren más. Si damos al suelo la cantidad de nitrógeno que necesitan las plantas buenas, éstas se impondrán a las malas hierbas. El azúcar ayuda a los microbios del suelo a crecer metabolizando el nitrógeno presente y quitándoselo a las malas hierbas.

Estamos acostumbrados a verlo en la mesa, a echarlo en el café, a considerarlo un alimento preciado. Y el azúcar también está en nuestro césped, ayudando a mantenerlo ordenado y sano tras una limpieza a fondo.

Aunque la porción de jardín sea pequeña, las malas hierbas pueden dañar el suelo. En estos casos, distribuimos el azúcar uniformemente y regamos abundantemente. Hacemos un riego inicial de no más de 2 centímetros y las malas hierbas ya deberían recibir un mal golpe. Rastrillamos y limpiamos, y luego alimentamos el suelo con abono orgánico rico en nitrógeno. Regamos una segunda vez.