Un usuario de Instagram desvela la gran cantidad de bacterias que hay en las latas de refrescos

Estos productos han pasado por un proceso de transporte y almacenamiento en el que han podido coger suciedad

Latas de bebida.

Latas de bebida. / Archivo

Muchas veces te habrás preguntado si es necesario limpiar las latas de refresco o de cerveza antes de abrirlas. Estos productos contienen un gran número de bacterias y microorganismos en la parte superior. Lo normal es romper la anilla y empezar a consumir, pero es aconsejable utilizar un papel y limpiar antes de poner nuestros labios sobre el aluminio.

Las latas han pasado por un proceso de transporte, almacenamiento y manipulación, y han podido estar expuestas a todo tipo de suciedad, polvo, bacterias e incluso algún animal. Por estas razones, beber directamente de una lata sin lavarla previamente nos puede acarrear una serie de problemas sanitarios.

Un experimento de dos días

Las latas guardadas en almacenes, estanterías de supermercados o cafeterías se llena de infinidad de microorganismos como pueden ser bacterias u hongos. Al consumirlas, muchos de nosotros no somos conscientes de la suciedad que pueden tener. La cuenta de Instagram, @bajo.elmicroscopio, ha querido analizar el contenido de una lata antes de ser consumida.

Para llevar a cabo esta prueba, el usuario ha utilizado un bastoncillo para sacar una muestra de la parte superior del refresco y la ha dejado en reposo durante dos días. Una vez finalizado el plazo, la ha sacado de la nevera y el resultado ha causado furor en las redes. En la muestra recogida, se puede apreciar con facilidad la aparición de hongos y bacterias.

¿Qué puede haber en la superficie de una lata?

Las latas de refresco o cerveza están hechas de aluminio o acero, dos metales que son resistentes a la corrosión y que mantienen el contenido de la lata aislado del exterior. Sin embargo, esto no significa que la superficie de la lata sea totalmente estéril. De hecho, hay varios factores que pueden contaminarla con sustancias indeseables, como el proceso de fabricación y envasado.

Por lo tanto, sí, es recomendable limpiarlas siempre antes de consumirlas. Basta con darles un agua debajo del grifo o pasar un paño o papel limpio por la parte donde se bebe. De esta forma, te asegurarás de que no hay ningún elemento contaminado y evitarás un posible riesgo para tu salud.