TRUCO CASERO

La razón por la que la gente echa una cucharada de sal en las toallas: "¡Mucho más suaves!"

Sentir el tacto de una toalla áspera sobre la piel no es precisamente la sensación más agradable del mundo

La razón por la que la gente echa una cucharada de sal en las toallas: "¡Mucho más suaves!"

La razón por la que la gente echa una cucharada de sal en las toallas: "¡Mucho más suaves!"

Rosa Campos

Sentir el tacto de una toalla áspera sobre la piel no es precisamente la sensación más agradable del mundo. De hecho, envolver el cuerpo en toallas rígidas o ásperas es realmente molesto.

Para evitar tener toallas ásperas incluso después del lavado habitual, existe un truco DIY que te proporcionará una toalla muy suave.

Utilizando este truco, ahorrarás un poco de dinero precisamente porque no tendrás que utilizar productos químicos específicos y caros disponibles en el mercado.

Toallas suaves y esponjosas: es fácil con este remedio casero.

Por supuesto, todos usamos toallas a diario y es obvio que, con el tiempo y los lavados, pueden volverse rígidas e incluso muy duras. Sin embargo, es posible devolverles su suavidad con un sencillo truco casero. Siguiendo los siguientes consejos, podrás suavizar tus toallas y quedarán prácticamente como nuevas.

En primer lugar, necesitarás hacerte con algunos ingredientes útiles, que probablemente ya tengas en casa.

Los ingredientes que debes utilizar son los siguientes:

  • Agua suficiente
  • 1 vaso de vinagre
  • 30 g de bicarbonato de sodio
  • 50 g de sal

Todo lo que necesitas es un bol grande y una cuchara para mezclar los ingredientes.

Preparación

Como hemos dicho antes, preparar esta mezcla para que tus toallas queden súper suaves es muy sencillo. Simplemente llena el recipiente con agua. A continuación, añade la sal, el bicarbonato sódico y el vinagre. Una vez hayas añadido los ingredientes, remuévelo todo con una cuchara hasta que esté todo disuelto. Sólo queda coger las toallas y empaparlas en la mezcla. Déjalas en remojo durante media hora aproximadamente.

Pasado este tiempo, deja secar las toallas. Una vez secas, utiliza un cepillo pequeño y pásalo suavemente por las toallas para levantar las fibras.

Después de esto, todas tus toallas estarán tan suaves como nuevas. Si lo deseas, también puedes utilizar otros consejos. Sigue leyendo para saber más.

Por supuesto, hay otros trucos que puedes utilizar para conseguir el resultado perfecto.

Utiliza:

  • 1 litro de agua desmineralizada
  • 10 gotas de aceites esenciales
  • 1 taza de ácido cítrico

Vierte el agua en un recipiente y añade los ingredientes indicados. Mezcla bien para disolver el ácido cítrico y deja las toallas en remojo durante 60 minutos. Al final, basta con aclarar y dejar secar.

Si quieres hacer las cosas aún más fáciles y rápidas, puedes utilizar bicarbonato de sodio. Basta con colocar una cucharada dosificadora de bicarbonato sódico en el compartimento del suavizante de la lavadora. De esta forma, al final del lavado, las toallas estarán suaves y ya no estarán grasientas; de hecho, las toallas blancas estarán aún más blancas y brillantes. Elija el remedio que más se ajuste a sus necesidades y el resultado será impecable.