El nuevo truco que devuelve toda la suavidad a tus toallas viejas

La suavidad de las toallas es un elemento fundamental en la experiencia diaria de cuidado personal y confort en nuestro hogar. Más allá de su aparente simplicidad, una toalla suave no solo se siente agradable al tacto, sino que también desempeña un papel crucial en nuestra rutina de higiene y relajación.

Desde secarnos después de un baño reconfortante hasta envolvernos en ella después de un día agotador, la suavidad de las toallas influye en nuestra comodidad y bienestar. En este sentido, la elección de toallas suaves no solo se trata de un capricho, sino de un aspecto esencial en la búsqueda de un ambiente hogareño acogedor y placentero.

Seguro que a todos nos ha pasado que compramos unas toallas por su suavidad y, con el paso del tiempo, notamos que se vuelven ásperas y optamos por desecharlas. Sin embargo, en un mundo cada vez más sostenible, eso de tirar las cosas cuando ya no nos gustan no es lo mejor. Y menos si podemos recuperar las piezas a su estado original. Con las toallas pasa exactamente eso. ¿Por qué tirarlas si podemos lavarlas y hacer que estén como nuevas?

Cinco trucos para lavar las toallas y que queden bien suaves

Pues probablemente no todo el mundo conozca el método estrella con el que pueden hacer que parezcan como recién compradas. Por lo que, si este es tu caso, te contamos el mejor truco para su lavado.

Está en todas las cocinas

Para lograr ese estado inicial en las toallas, es necesario utilizar un producto que se encuentra en todas las cocinas. Pero, además, debemos tener cuidado con el proceso de limpieza, ya que tenemos que ser muy metódicos para que conseguir el efecto deseado.

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Proceso de limpieza

A la hora de lavar las toallas tenemos que seguir el mismo proceso que con el resto de la ropa, es decir, separar las blancas de las de color. Y tenemos que añadir en la lavadora el producto estrella que seguro que tienes por casa.

Producto estrella

El bicarbonato es ese producto que nos ayudará a que nuestras toallas reluzcan como el primer día. Para ello, debemos añadirlo en la lavadora y, además, tenemos que sustituir el suavizante por vinagre blanco o de limpieza.

Además, para culminar correctamente el proceso y lograr la suavidad deseada es necesario lavar las toallas a un máximo de 30 grados. Sin duda, un método totalmente eficaz que no nos supondrá un gasto extra y que nos permitirá continuar usando esas toallas que tanto nos gustan.