Ferran Adrià explota ante las polémicas ofertas de trabajo para camarero: "Hay que cobrar bien"

Los problemas de las condiciones laborales y la aplicación de los derechos del trabajador en el sector de la hostelería es uno de los temas de la orden del día en la actualidad. Sus miembros hacen críticas constantes a las ofertas de empleo que, desgraciadamente, no suelen brillar por su atractivo ni por un sueldo justo.

La polémica ha llegado a los oídos de una de las figuras más importantes de la cocina en España, Ferran Adrià, quien se ha manifestado sobre estas situaciones inadmisibles y la labor del tuitero @SoyCamarero en una entrevista para la Cadena SER. El chef catalán reabrió el pasado mes de abril El Bulli, su icónico restaurante, aunque lo hizo como un museo. Desde entonces, el establecimiento acepta únicamente 200 visitantes diarios que sólo pueden tomar agua y café.

El cocinero reacciona ante una oferta de más de 40 horas semanales por menos de mil euros al mes, es decir, un salario por debajo del mínimo interprofesional. "En España hay 70.000 restaurantes, de los cuales 5.000 pueden considerarse gastronómicos. Pero hay 65.000 que son solo negocios y la mayoría de los problemas seguramente vienen de lugares gestionados por gente que no es profesional", asegura Adrià.

Los principales problemas

Con respecto al jornal de los trabajadores, el chef se muestra tajante e indignado: "La profesión tiene que cobrar lo que tiene que cobrar y tiene que cobrar bien y los camareros más que nunca". Además, recalca que en su generación se han dado dos errores significativos.

El primero tiene que ver con "hablar de números", una conversación que solía evitarse y que, según su punto de vista, es esencial porque de ello depende la buena gestión. Sin embargo, es algo que permanece desconocido para la mayoría. Y el otro problema está en la ausencia de un camarero cuando se explicaban los platos.

Así reacciona un aspirante a camarero ante la oferta laboral de un bar de pueblo

La falta de profesionalidad en el sector es un aspecto que preocupa al chef. Pero, sobre todo, le inquieta el poco valor que se le da a "algo tan importante como es el servicio", que debería estar a la altura de la estima que se le tiene a la cocina. Y señala que la falta de personal interesado en el puesto de camarero es algo que debe solucionarse no sólo en España, sino en Europa en general.