Así reacciona un aspirante a camarero ante la oferta laboral de un bar de pueblo

La conversación entre el dueño del local y el candidato para el puesto de trabajo se ha publicado en Twitter a través del perfil viral @soycamarero

Un camarero apunta la comanda de una mesa en un restaurante

Un camarero apunta la comanda de una mesa en un restaurante / PIXABAY

La calidad de las condiciones laborales en puestos del sector de la hostelería es un tema muy discutido que indigna a gran parte de la población, sobre todo a aquellos estrechamente relacionados con el gremio. Para reivindicar sus derechos y sacar a la luz muchas de las situaciones que viven a diario, existe la cuenta de Twitter @soycamarero, que ha vuelto a hacer viral una de sus publicaciones más recientes: el revuelo de esta anécdota ha dejado una huella de un millón de visualizaciones.

El hilo de tres tuits está encabezado por un "Acompañadme en esta triste historia del cuento 'No encontramos camarero'". Se trata de un chat de WhatsApp entre el dueño de un bar de pueblo y un hombre que le envía su currículum para cubrir una vacante. Lo que comienza como una conversación 'de tú a tú' cordial acaba con un intercambio de 'zascas' y choques de realidad.

La comunidad de esta red social no ha tardado en posicionarse en favor del aspirante a camarero y en criticar las palabras del hostelero. De hecho, hay quien incluso se siente identificado, quien exige que "Habría que dar nombres de esos bares" y quien se queda sin palabras y solo puede "flipar".

Unas condiciones 'de miedo'

Después de compartir la impresión que le ha causado al empleador el CV de su interlocutor, el diálogo comienza a torcerse poco a poco. "¿Por qué alguien con tu experiencia está buscando trabajo en un bar familiar en un pueblo pequeño?", duda el dueño, algo que no hace especial gracia a su receptor.

El aspirante se justifica y continúa con la charla, pero a partir de ese momento la cordialidad se empieza a echar a un lado. Poner sobre la mesa la opción de hacer una prueba de media jornada y por un salario sin especificar es el principal detonante del asombro y el enfado del que se oferta como camarero.

Dejando joyas como "Es de mal gusto preguntar por eso [por el sueldo]", "No pagamos por horas, pagamos por servicio [de 11 horas el turno completo]" y "Más lo que tardéis en limpiar, que es cosa vuestra", el empresario ha sido el principal señalado en los comentarios. A pesar de la rigidez del hostelero, el trabajador no se muerde la lengua y aboga por sus derechos, dejando al primero en su sitio.

"Supongo que un contrato de ocho horas con dos días libres, pagas extra, vacaciones, nocturnidad y horas extra será una broma oírlo para usted, ¿no?", se muestra tajante el camarero. Tras esto, el dueño del bar confiesa las condiciones de sus empleados fijos, los cuales distingue de los extra -el puesto que está en oferta-, incluyendo lo que les paga al mes y sus libranzas.

Desde el otro lado de la pantalla, el demandante de empleo sigue atónito: "Pero, pero, pero, ¿en serio?". Se anima a cuestionarle si de verdad se siente orgulloso de su labor de jefe y le deja claro que no está interesado en un trabajo en esas circunstancias. Para cerrar esta historia, el empleador se muestra ofendido y exigiéndole humildad: "Lo que me faltaba a mí es un camarero que pretenda que yo lo saque de pobre".