La surrealista estrategia de Tamara Falcó para escapar de los paparazzi: "¿Me voy a ahogar?"

Tamara Falcó se ha convertido en los últimos años en uno de los rostros más conocidos de España. Desde su victoria en la cuarta edición de Masterchef Celebrity, la hija de Isabel Preysler ha pasado a ser una de las personas más buscadas en todo el país por lo que tiene que lidiar directamente con los medios de comunicación del corazón que buscan desesperadamente una exclusiva acerca de su vida. Y es que de Tamara Falcó se está hablando en todo momento. Su boda, su posible embarazo, sus proyectos laborales...

Para intentar vivir más tranquila y escapar de los objetivos de las cámaras de los paparazzi, Tamara Falcó ha asegurado en una entrevista que ha llegado a meterse en el maletero del coche para no ser perseguida. Antes de poner en práctica esta estrategia, la aristócrata meditó realmente tomaba este riesgo. "Primero pienso, ¿me voy a ahogar? a lo mejor sería mejor la foto y en el maletero no hay nada en lo que sujetarse, pero es mejor porque "después llegas al sitio y te dicen 'ya puedes salir'", afirma.

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Juan del Val le preguntaba a qué sitios iba cuando se escondía en el maletero y la hija de Isabel Preysler perdía la memoria: "Pues ya ni me acuerdo, lo del maletero... ha evolucionado la técnica" anunciaba, dejando entrever que ahora tiene otros métodos. Aunque al principio se mostraba reacia a desvelar cuáles eran estas técnicas: "No pienso decir nada", finalmente ha desvelado que "tengo parking, la casa de mi madre tiene dos entradas y tengo un marido que conduce muy rápido".

Lo sufre su suegra

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención ha sido un comentario que ha hecho Tamara defendiendo a su suegra, Carolina Molas, de la presión mediática a la que se ha tenido que enfrentar desde se hizo pública su relación con Íñigo Onieva.

Cristina Pardo explicaba lo sorprendente y llamativo que tiene que ser para cualquier anónimo ver como cincuenta cámaras se avalanchan encima de un persona conocido y Tamara comentaba por lo bajini: "Que se lo digan a mi suegra", reflejando así lo agotada que está Carolina de estar en el foco mediático por el simple hecho de ser la madre de Íñigo Onieva, que en las últimas semanas ha abierto un restaurante en Madrid.