Mohamed Cisse actuó como un depredador sexual aquella noche del 16 de enero de 2021 en Tamarite de Litera. Esperó a que su víctima estuviera durmiendo para allanar su casa y violarla hasta el punto de que a sus 94 años ha dejado de ser la mujer que era. Ahora es una persona dependiente. Un desprecio el que mostró aquella madrugada que ha sido castigado con una pena de 14 años y medio de prisión, si bien afrontaba inicialmente 23 años. 

La Audiencia Provincial de Huesca considera que este joven gambiano de 25 años es autor de un delito de agresión sexual en concurso con un allanamiento de morada y otro de lesiones leves por la afectación psicológica que sufre la nonagenaria tras el ataque. 

De ahí que junto a la pena privativa de libertad le prohíba aproximarse a la víctima y residir en la localidad durante 15 años y seis meses y le impone una multa de 240 euros, una medida de libertad vigilada de 10 años posterior al cumplimiento de la condena, tal y como solicitaba la abogada de la familia de la víctima, Lucía Romeu. También deberá pagar una indemnización de 35.830 euros por daños morales, aunque el acusado es insolvente. 

Por otro lado, el tribunal señala que resolverá la expulsión de España del acusado, en situación irregular, tal y como solicitaba la acción popular ejercida por Vox de manos del letrado y diputado autonómico por la formación, David Arranz, cuando sea firme la sentencia. 

Como hechos probados se señala que entre las 22.00 y las 23.00 horas, el acusado se dirigió a la vivienda de la víctima, donde vivía sola. Tras fracturar los barrotes que protegían una ventana de la parte trasera de la primera planta y posteriormente hacer lo propio con el cristal, sufriendo varios cortes en la mano. Tras ello, se introdujo en el domicilio y subió por las escaleras de acceso a la segunda planta, donde la anciana se encontraba ya durmiendo en la cama de su habitación con las luces apagadas.

Movido por un deseo lujurioso, accedió al dormitorio y se acostó junto a ella, lo que hizo que la mujer se despertara sobresaltada. Ella comenzó a gritar, pero el acusado se abalanzó sobre ella y te tapó la cara con una almohada para que no pudiera pedir auxilio y la agarró con fuerza por los brazos. Tras arrancarle la ropa, la tiró al suelo y la violó. Tras ello se marchó. 

Pese a lo duro del relato, la Audiencia Provincial de Huesca señala que «no aprecia un exceso de brutalidad o vejación ni un aumento de sufrimiento más allá de los niveles propios del delito de violación, sino solo los actos violentos inherentes a toda agresión sexual», si bien admite que «dentro de la reprochabilidad» del hecho tiene en cuenta la agravante la situación de especial vulnerabilidad debido a su avanzada edad.

Para llegar a dicha sentencia, los magistrados tienen en cuenta las pruebas presentadas por la Guardia Civil es en las que no hay dudas de que Mohamed Cisse es el autor, tanto porque el semen como la sangre hallada en la vivienda corresponden a él; como por la declaración de la anciana «concreta, precisa y contradicciones». H