La reforma de la plaza Santa Engracia todavía trae cola. Y más si se tiene en cuenta que la cercana plaza de Salamero también está en pleno proceso de renovación. Los motivos son diferentes: la primera se remodeló por "capricho", según le acusa la oposición a PP y Cs, y la segunda se va a cambiar porque se hundió. Pero el miedo a que este entorno se convierta en un nuevo «desierto de cemento» existe, y la izquierda ya ha advertido a Urbanismo.

Ha ocurrido este lunes en el seno de la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza. Desde ZeC han criticadola falta de participación de los vecinos en el proceso de renovación y Podemos, a través de su portavoz, Fernando Rivarés, ha expresado su "temor" a que la nueva plaza sea "fría y de cemento" y sin árboles. Es decir, que no sea atractiva para los peatones. No obstante, ha sido a petición de Vox por lo que el concejal del área, Víctor Serrano (Cs), ha tenido que comparecer para explicar sus planes con Salamero.

Pocos detalles ha dado que no se conocieran hasta ahora y es que, se ha defendido Serrano, todavía no hay siquiera un proyecto que pueda criticarse. Según dijo, antes siquiera de comenzar con la licitación ya se ha reunido con diferentes colectivos afectados por la reforma de Salamero para tener en cuenta sus pretensiones.

La comparecencia ha comenzado con las sospechas del portavoz de Vox, Julio Calvo, que le ha recordado a Serrano que lo pactado es no reformar el entorno de la iglesia de San Idelfonso. El concejal de Urbanismo ha asegurado que esa zona no se va a tocar, pero que la reforma de la plaza llegará hasta César Augusto porque algunas de las rampas de acceso del párking van a sacarse de la manzana para permitir mejor el paso a los peatones. Por ello, los accesos al aparcamiento estarán en la citada avenida y habrá que «destruir lo urbanizado» para después volverlo a hacer, ha explicado el concejal.

El debate incluso se ha abroncado por esta cuestión y el de Cs le ha reprochado al portavoz de la ultraderecha que estén copiando la estrategia de Vox en Madrid para tratar de desestabilizar el pacto en la capital aragonesa, algo que Julio Calvo ha negado. Según Serrano, esta formación, de la que dependen para gobernar, busca ganar visibilidad con la crítica. «Le han copiado el discurso a la izquierda de que solo actuamos en las plazas del centro», ha lamentado el concejal naranja.

Una vez se calmaron las aguas entre Vox y Cs, el concejal de Urbanismo ha explicado los diferentes proyectos que afectarán a la plaza Salamero y todo su entorno. En primer lugar está la actuación de urgencia llevada a cabo para asegurar la losa superior del párking que se hundió. Estos trabajos van a costar un millón y medio de euros y, según el ayuntamiento, le corresponderá pagarlos a la empresa concesionaria.

Zona donde estaban las rampas del párking de la plaza de Salamero. ANDREEA VORNICU

Una vez esté arreglada la losa se licitará el proyecto de renovación de la plaza, que será independiente de la supermanzana que Urbanismo ha proyectado a su alrededor. Esta remodelación se hará por fases, dadas las dimensiones de los trabajos, que abarcarán una cuadrícula comprendida entre el paseo María Agustín, César Augusto, Coso y Paseo Independencia. Todas las calles que quedan dentro de este perímetro se pacificarán y se restringirán al tráfico rodado y se prevé, además, ampliar la cota cero.

Y sobre la plaza en concreto, Serrano ha garantizado, a pesar de la poca confianza que mostró la oposición, en que Salamero será «un pulmón para la ciudad» y que cumplirá con los criterios de sostenibilidad y neutralidad de emisiones que exige la nueva ley de cambio climático. Si bien, no desaparecerá el párking subterráneo, porque «nadie lo ha pedido» a excepción de ZeC. El resto, «comerciantes, vecinos y colegios» están en contra de que desaparezcan estas plazas de aparcamiento.

«Tenemos miedo a que sea otra plaza inútil», ha zanjado, por su parte, Fernando Rivarés, que en su momento fue muy crítico con la retirada de los árboles de Salamero. Por ello, tanto él como el portavoz de ZeC, pidieron que se proyecte una plaza en la que pueda haber árboles de gran porte. "Los técnicos tienen que hacer posible las decisiones que tomemos los políticos", defendieron.