Mas de un centenar de usuarios de patinetes eléctricos y bicicletas dio positivo en los controles de drogas y alcohol el año pasado en Zaragoza. La mitad de los del 2019. Una disminución motivada, principalmente, por la reducción de los desplazamientos durante el año covid.

Hasta ahora, la Policía Local solo tenía obligación de realizar los test si estaban involucrados en algún tipo de accidente pero, a partir de ahora, eso va a cambiar. La Fiscalía ha requerido a los agentes locales de toda España que endurezcan los controles de los usuarios de los vehículos de movilidad personal (VMP) intensificando la práctica de test de alcoholemia y de drogas «ante el aumento en significativa progresión» de los usuarios de patinetes y bicicletas y, en paralelo, de la siniestralidad.

Al no tratarse de vehículos a motor, sus usuarios no son sometidos a pruebas aleatorias. Ahora, los agentes deberán intensificar estas pruebas con el único propósito de reducir el número de accidentes. El año pasado, los patinetes protagonizaron 101 siniestros, un 13% menos que en el 2019, cuando se dispararon hasta los 116. El incremento fue de un 383% respecto al 2018 por la implantación de las primeras empresas de alquiler de patinetes eléctricos a la capital. En la mayoría de los casos (40%), los accidentes se producen por no respetar la preferencia de carril bici y por caídas en la calzada.

Ese año, en el 2019, la Policía Local de Zaragoza interpuso 137 sanciones a usuarios de VMP, de las que 127 fueron por arrojar un resultado positivo en la prueba de etilometría y diez en la de drogas. Las cifras se redujeron en el 2020, en parte, por los meses de confinamiento, hasta las 64 multas por ingesta de alcohol y las seis por drogas. En lo que va de año (hasta mayo), ya se han firmado 19 sanciones por haber consumido bebidas alcohólicas y una por estupefacientes. Se considera una sanción grave y las multas superan los 500 euros.

En el caso de las bicis, el año pasado protagonizaron 171 siniestros, frente a los 166 del 2019, cuando la Policía sancionó a 69 ciclistas (60 por alcohol y nueve por drogas). Una año más tarde, en el 2020, fueron 45 (38 por alcohol y siete por drogas) y en los primeros cinco meses del año ya se han tramitado 16 multas (14 por alcohol y dos por drogas). La excepcionalidad del 2020 no permite confirmar que se ha producido un cambio en la tendencia y se ha reducido el consumo, explican fuentes de la Policía Local.

La Fiscalía, en el informe que ha elaborado para unificar los criterios sobre los patinetes eléctricos, detalla que los infractores solo serán multados administrativamente dado que la mayoría de estos artilugios no son considerados vehículos a motor, salvo que estén involucrados en un siniestro.

En su dictamen diferencia los falsos VMP es decir, aquellos cuya velocidad puede exceder los 25 kilómetros por hora, límite permitido para los patinetes eléctricos en toda España.

En Zaragoza se han abierto diligencias hasta en 13 ocasiones por carecer del permiso necesario. Estos vehículos con asientos, no autoequilibrados y que excedan, de fábrica, esta velocidad, se consideran legalmente ciclomotores o vehículos a motor y se les podría imputar un delito de seguridad vial.

La Fiscalía apuesta por obligar a los usuarios de VMP y bicicletas a contratar un seguro ya que, de producirse un accidente, tanto el usuario como la víctima están desprotegidos si no hay una póliza que cubra los daños e indemnizaciones. Lo decidirá, en todo caso, la DGT.