Alrededor de un centenar de trabajadores del servicio de Limpieza y Recogida de Basuras de Zaragoza se reunieron ayer ante la sede de la Diputación Provincial para solicitar un convenio colectivo digno. 

Los sindicatos UGT, CCOO, USO y CSIF denunciaron que llevan desde el 1 de enero en negociación con la empresa adjudicataria, FCC, y que casi diez meses después no ven los avances suficientes como para poder firmar ningún tipo de acuerdo.

Entre las principales peticiones de la plantilla se encuentran una mejora de los salarios, poder acceder a la jubilación parcial (acuerdo que ahora mismo los sindicatos denuncian que no existe), estabilidad laboral que blinde los contratos de los trabajadores durante los próximos años, mejoras en cuanto a conciliación familiar y eliminar la precariedad en uno de los sectores que forman la plantilla, los trabajadores de fin de semana.

Por otro lado, los trabajadores protestaron también por el recurso presentado hace unas semanas por el PSOE el ante el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (Tacpa) contra los nuevos pliegos que regirán el concurso para la adjudicación del contrato de limpieza. Este contrato es uno de los más caros del consistorio, valorado en más de 700 millones de euros.

Los socialistas, encabezados por Lola Ranera, presentaron este recurso por considerar que los pliegos no están bien realizados ya que se dejan fuera cuestiones como el crecimiento del coste, el aumento progresivo de los pagos a la empresa y otros aspectos de índole técnica y jurídica que podrían repercutir en un futuro a este servicio.

Los pliegos que propone el PSOE en su recurso supondrían la división de los trabajadores en lotes, lo cual se traduciría según los propios empleados en distintas condiciones laborales y un desequilibrio de la unidad de los trabajadores de servicio de limpieza y recogida de basura.

El comité de empresa se encuentra ahora mismo a la espera de ver si el recurso es admitido a trámite por el Tacpa. Si así fuera, el proceso de licitación del contrato se vería pausado, lo cual influiría negativamente en la negociación del convenio colectivo que están llevando a cabo los trabajadores y que, según los empleados, es de vital importancia ya que el actual está caducado.

Además, la plantilla denuncia que la creación de estos lotes supondría una perdida de poder de los trabajadores ante las empresas adjudicatarias y que el aumento del número de cargos directivos que terminaría por afectar también en las arcas municipales.

Tanto los representantes de los sindicatos como los propios trabajadores asistentes a la concentración se mostraron muy disconformes con el trato recibido por parte de la empresa y por parte de los políticos y aseguraron que si ninguna de las dos situaciones se soluciona en un futuro cercano, continuarán con sus protestas.