Poner en marcha el canal de aguas bravas del Parque del Agua de Zaragoza costaría entre 1.000 y 1.300 euros al día solo por la factura de la luz. Un motivo, de otros muchos, por el que es «inviable» recuperar la actividad en estas gigantescas instalaciones que vivieron su momento de gloria durante la Expo y que no tienen visos de volver a recibir a piragüistas.

El principal problema del canal, cuya construcción costó cerca de 6 millones de euros, es su estructura, que exige una ardua y costosa reparación para evitar que el agua se siga filtrando. A día de hoy, el ayuntamiento y la empresa constructora siguen sin ponerse de acuerdo sobre quién debe asumir la reparación y, de hacerse, las federaciones de piragüismo no tienen capacidad económica para explotar estas instalaciones ni el consistorio para asumir el déficit que generaría.

La concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca, ha explicado que se han mantenido contactos con los clubes deportivos para buscar soluciones que podrían pasar por una actividad mixta, es decir, que se utilizará el canal como espacio de entrenamiento pero también de ocio.

Pero tampoco se estima que haya una demanda suficiente como para costear parte del mantenimiento de las instalaciones, en el caso de que se arreglase y volvieran a entrar en funcionamiento.

El canal de aguas bravas de la Expo, en Zaragoza. ANGEL DE CASTRO

Chueca ha asegurado que se está trabajando para «buscar soluciones» y que incluso se ha hablado con empresas eléctricas para que vean el canal de aguas bravas «como una oportunidad de patrocinio».

Pero las instalaciones son «económicamente inviables» salvo que tanto el Gobierno de España como el de Aragón se impliquen y financien su actividad, «que son los que tiene competencias para subvencionar estas prácticas deportivas», ha matizado la concejala, que aseguró que el ayuntamiento ni tiene capacidad económica para hacerlo ni debe porque tiene «otras prioridades», como el pago del agujero económico que ha dejado la pérdida de usuarios en el transporte público.

 Auditoría

Ha sido el concejal de Podemos, Fernando Rivarés, el que ha preguntado por las soluciones para recuperar las instalaciones. Precisamente, con Rivarés como responsable de la sociedad Zaragoza@Expo durante la pasada legislatura, se realizó una auditoría que concluía que el problema del cana es «estructural» y que tenía su origen en el diseño de la base inferior. Este hecho provoca, según este informe, que no se pueda reparar simplemente, sino que es necesario realizar una remodelación del canal. Según la auditoría, el proyecto original, de marzo del 2006, presenta «numerosas incongruencias y contradicciones» y «no está suficientemente detallado a nivel de (sic) planos», por lo que se desconoce dónde se sitúan las soldaduras, elementos clave para la reparación de las grietas. 

Asaltos «casi a diario» en los puntos limpios

El Ayuntamiento de Zaragoza reforzará la seguridad y la vigilancia de los puntos limpios. La concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca, ha anunciado que el nuevo pliego de condiciones incluirá un sistema de videovigilancia conectado a una central de alarmas que controle las instalaciones. Además, ha adelantado que no se descarta que la Policía Local también refuerce el control de los accesos a las instalaciones.

Así lo ha explicado durante la comisión de su área en la que tanto el PSOE como Podemos le trasladaron su preocupación por las agresiones que han sufrido algunos empleados. Chueca ha lamentado que «prácticamente todas las noche se asaltan los puntos limpios de la ciudad para llevarse los residuos de valor para chatarrear o venderlos».

Desde Podemos, Fernando Rivarés también ha denunciado que la empresa que se encarga de su gestión, FCC, utiliza a empleados de la limpieza para cubrir las bajas temporales que se producen en los puntos limpios.