Enrique Santiago ha sido reelegido como secretario general del Partido Comunista de España en el XXI Congreso de la formación, donde ha logrado el 54,16 % de los apoyos en una votación reñida, en la que competía contra el edil de Zaragoza por ZeC Alberto Cubero, representante del sector crítico.
La candidatura de Enrique Santiago para el Comité Central, donde Amanda Meyer ocupa el número dos y Alberto Garzón cerraba la lista plancha, ha sido elegida por el 54,16 % de 498 delegados que han votado, del total de 500 acreditados, frente al 45,84% logrado por la lista de Cubero, según han informado a Efe fuentes del Partido Comunista.
El nuevo Comité Central ha elegido a Santiago como secretario general del PCE, un puesto que ocupa desde abril de 2018, cuando sustituyó a José Luis Centella.
Enrique Santiago es además secretario de Estado para la Agenda 2030 en el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos y bajo su liderazgo el PCE se ha mostrado partidario de Sumar, el proyecto que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lanzó el pasado viernes como nueva marca para concurrir a las elecciones.
Con la elección de sus órganos de dirección, ha finalizado el XXI Congreso del PCE, marcado por las tensiones entre las diferentes candidaturas y las denuncias de fraude por parte de los seguidores de Cubero acerca de las acreditaciones, aunque según los responsables de prensa solo hubo un problema con 8 de las 500 acreditaciones.
Enrique Santiago ha agradecido a su partido la "confianza renovada" en un mensaje de Twitter, donde ha señalado que "la primera tarea de la nueva dirección será garantizar más derechos para la clase trabajadora y construir unidad". "Son tiempos duros y seguiremos estando a la altura", ha agregado.
Su contrincante, Alberto Cubero, ha dicho a Efe que está orgulloso del resultado obtenido, que considera "una muestra de que hay una alternativa consolidada en el PCE que ha ganado este Congreso políticamente y que ya es imparable".
Una cita muy revuelta
Pero hasta el momento de la votación, el XXI Congreso del PCE ha sido muy turbulento. 24 hora es lo que ha duró la paz una vez iniciada la cita. El evento se convocó para elegir entre dos candidaturas diferentes: la de Enrique Santiago, el actual líder del PCE, secretario de Estado y uno de los hombres más cercanos a Yolanda Díaz, y Alberto Cubero, concejal en el Ayuntamiento de Zaragoza pero más lejano a los planteamientos del gobierno de coalición.
Este quiere decir que, en uno de sus momentos de mayor debilidad organizativa, el PCE ha llegado, aún así, a entrar en las discrepancias del Gobierno de coalición nacional. Pero esas discrepancias también han entrado en su partido. Lo que ha sido palpable en un Congreso que ha acabado con gritos, insultos, empujones y acusaciones de "tongo" en favor de la candidatura de Santiago. Esta es la cronología de una guerra interna a cara descubierta.
Sábado 9 de julio
Todo comenzó en torno a las 16:30, cuando la Mesa del Congreso decidió acreditar a los delegados andaluces, que, sin embargo, no aparecían en la lista de delegados que se votó en la conferencia territorial. De hecho, al menos 9 miembros de la Mesa han expresado su desacuerdo en un escrito de disconformidad.
Entonces, varios miembros del partido favorables a Cubero, protestaron al grito de "tongo". Pero los gritos acabaron en peleas verbales, en empujones y en peleas físicas entre los asistentes, como se puede ver en los vídeos grabados desde el interior de la sala
Tras una hora y media de discusiones internas, el sábado se cerró con 277 votos a favor de las enmiendas de Santiago, frente a 191 a favor de Cubero.
Domingo 10 de julio
Esta última jornada del Congreso ha empezado ya con la resaca del sábado. La Mesa decide acortar los tiempos de debate de cada propuesta a un minuto y agrupar algunas para su defensa por falta de tiempo, según informa elComun.es. Varios delegados saltan al grito de "dictadores" y preguntan "¿Dónde está la democracia?" y se quejan de que no hay tiempo porque se modificó el horario del Congreso para que algunos miembros pudieran asistir al acto de Sumar, la nueva formación de Yolanda Díaz.
Se propone que las enmiendas se debatan en el Comité Central para evitar la falta de tiempo, lo que supondría un incumplimiento de los estatutos, lo que ha derivado en una nueva discusión en el Congreso. Desde la bancada surgen gritos que piden no votar y que exigen a la Mesa que se marchen. Pero la Mesa desoye las quejas y sigue adelante.
Finalmente se han votado las dos propuesta. Un 54,1% han apoyado la de Enrique Santiago mientras que un 45,8% ha votado a favor de la de cubero. El partido queda así dividido en dos bloques prácticamente equilibrados en peso, lo que dificulta aún más el entendimiento en ambos bandos.
Así ha sido un Congreso en el que, de momento, solo se han escenificado las heridas abiertas que debe coser el partido.
