Nueve años criticando a la empresa que gestiona y explota los mupis y soportes publicitarios del Ayuntamiento en Zaragoza por no abonar ni un euro de los 1,3 millones anuales que le obligaba a pagar el anterior contrato, ya caducado desde 2013, para acabar adjudicándole el nuevo, con el que pretendía poner orden, para los próximos diez años, prorrogables a otros cinco, para un servicio valorado, según sus propios cálculos, en casi 60 millones de euros. Así podría resumirse lo que está a punto de pasarle al PP en el consistorio de la capital aragonesa con la licitación de la concesión para el diseño, suministro, instalación, mantenimiento y explotación publicitaria del mobiliario urbano. La responsable de Servicios Públicos, la conservadora Natalia Chueca, solo ha recibido una puja en el concurso público convocado, la de esa empresa, la de la multinacional JCDecaux.
Casualidades de la contratación pública, han pasado nueve años desde que el anterior contrato caducó, ese que en el año 2000 se le otorgó a la firma gala y por el que pagaba cada año al consistorio una cifra cercana a los 1,4 millones de euros en concepto de canon. Pero ese contrato finalizó y ya en 2014 dejó de abonarlo, se lo perdonó el Gobierno municipal, entonces con el PSOE al frente. El siguiente, de Zaragoza en Común, tampoco logró deshacer este entuerto, y así siguió, sin pagarlo.
El acuerdo pasaba solo por asumir los costes del mantenimiento y limpieza de esos mupis, soportes publicitarios, aseos y cartelería de tamaño mediano por el que, según las propias cifras aportadas por la empresa en su día (las únicas oficiales que se conocen y que desveló el propio PP), obtiene casi un millón de euros limpios de beneficio. Y el consistorio, cero.
Básicamente porque, según denunciaban los conservadores en la legislatura pasada, se facturaban unos ingresos anuales de unos 2,19 millones y los costes de explotación rondaban los 1,2. Es decir, más de 900.000 euros de retorno neto para la multinacional, a costa de un mobiliario que, en caso de obligarle a salir de la ciudad, esta se llevaría y el nuevo concesionario partiría con la obligación de invertir entre 4 y 5 millones de euros en la adquisición de uno nuevo.
Pues bien, esa empresa es la única que se ha presentado al concurso público convocado por Chueca, que esta vez no aplicará siquiera un canon fijo, sino solo uno variable en función de los ingresos y que será del 5% de los mismos si no supera el millón de euros; del 10% si están entre uno y dos millones, del 15%, si están entre dos y tres millones; y del 25% si los superan. Es decir, si se mantienen las cifras que denunció el PP en su día, la multinacional debería abonar a la ciudad menos de 400.000 euros. Ni un tercio de lo que sí se le exigió y pagó entre el 2000 y el 2013. A esto, la empresa ha ofertado incrementarlo en un 0,10% en su puja.
El 10% de los mupis cargará móviles
Pero al margen de las críticas del pasado, la realidad es que es la única oferta recibida y que la mesa de contratación ya dijo, el pasado 30 de junio, que es válida y se le puede adjudicar. Y se trata de una puja ambiciosa porque si la licitación pedía la digitalización de al menos 80 soportes publicitarios para papel, JCDecaux ha prometido 200, 120 más, y también pondrá uno más en los de tamaño medio. Una mejora que se compromete a ejecutar, junto con la totalidad de su oferta en un plazo de 11 meses, uno menos de lo que se pedía. Por lo que en el verano de 2023 debería estar todo montado.
Además, la empresa se compromete a colocar conexiones para la recarga de móviles y tablets, en el 10% de los soportes y todos se autoabastecerán con placas solares. Pero lo más novedoso es la importante reducción de estos soportes: 471 de los actuales los quitará y dejará 441. Concretamente propone una disminución de 300 en marquesinas, dejando solo 200; de 150 mupis de explotación publicitaria, que se quedarían en 100; de 20 de soporte medio, la mitad de los 40 que hay previstos; del único que hay en aseos públicos; y mantener los 65 mupis con recuperador de pilas, los 50 soportes con la información de hora y temperatura; y los seis que hay en quioscos.
Por último, al ayuntamiento le ofrece la posibilidad de colocar en sus mupis el doble de las campañas publicitarias gratuitas que se le exigían, hará dos suyas de promoción de Zaragoza en la ciudad, una más, y 6 en otras capitales, el doble que le pedían; y el doble de caras, 200 paneles, del mínimo pedido en este macrocontrato. Una inversión por su parte que perfectamente podría costear con lo que se ha ahorrado en estos últimos nueve años.
