Solo han pasado nueve días desde que Zaragoza despidió las fiestas del Pilar y el ayuntamiento ya trabaja en la iluminación navideña. Los operarios han empezado con el montaje de uno de los iconos de esta ornamentación especial en forma de luces que decora desde hace tres años una de las calles céntricas de la ciudad, la de Alfonso I, un manto blanco de 450 metros de longitud que se ha convertido en icono de la estética elegida por la capital aragonesa para esas fechas.

La idea, surgida en 2019, suponía convertir esta arteria del Casco Histórico en el pasillo principal de la ciudad durante el periodo navideño. Y en este 2022, a pesar del debate surgido en el consistorio sobre la conveniencia de mantener esta iluminación en un contexto en el que se le pide a las familias ahorrar en el consumo energético en los hogares, los trabajos de montaje constatan lo que ya adelantó el equipo de Gobierno PP-Cs, que no se va a reducir ni una bombilla del montaje navideño, ni el horario de encendido.

Aspecto que ofrece la calle Alfonso con la iluminación navideña instalada en años anteriores. Jaime Galindo

El esfuerzo económico se realizó en ese primer ejercicio, con la adquisición de una iluminación que ahora se volverá a montar año tras año. En este caso, como en el resto de viales, no se verá alterado ni siquiera el horario de encendido para ahorrar, ya que se considera mínimo el impacto en la factura de la luz, apenas 8.000 euros en total, según los técnicos municipales.