El Periódico de Aragón

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El conflicto en el transporte público

El impacto económico de los nuevos paros del bus dificulta aún más el acuerdo en Zaragoza

La plantilla ha votado recrudecer los paros del bus urbano, que supondrán "más de medio millón de euros al mes" para Avanza

Un autobús urbano en la parada de la plaza Mozart de Zaragoza. Jaime Galindo

La plantilla del autobús urbano de Zaragoza ha sido contundente: hay que endurecer la huelga. El 79% votó a favor de aumentar los paros, que a partir del día 14 serán de seis horas diarias, de lunes a viernes, repartidas en tres franjas dos horas por la mañana, el mediodía y la tarde. Un incremento que va a tener una repercusión económica en la facturación de la empresa, Avanza, de «más de medio millón de euros al mes», limitando así su capacidad de negociación. 

Así de claro se ha mostrado el gerente de Avanza, Guillermo Ríos, que asegura que con esta estrategia, lo único que ha conseguido el comité ha sido «agravar aún más el problema». Según las estimaciones de la concesionaria, al aumentar los paros de tres a seis horas, la empresa dejará de facturar cada mes alrededor de 500.000 euros, que se sumarán al millón de euros que ya ha costado la huelga. 

«Cada vez es más difícil. Ya hemos llegado al límite y las consecuencias no juegan a favor de nadie», asegura Ríos, que volverá al Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) con la voluntad de negociar la propuesta que el servicio de mediación presentó en septiembre. Un planteamiento que la parte social no aceptó entonces y que ahora, tras el resultado del referéndum, entienden que también ha sido rechazada por la plantilla. 

El comité mantiene sus exigencias

Si algo está claro es que el comité ha salido reforzado de la última votación, con una participación del 71%, de las más altas que se han registrado. Volverán a sentarse en la mesa de negociación con su última propuesta, en la que pedían una subida del 12% y una revisión de precios que les garantice el 90% del IPC real. 

La cita es obligada. Al convocar los nuevos paros tienen que pasar por el SAMA antes de que se inicien. Un encuentro tan rutinario que salvo sorpresa, servirá de poco. 

La concejala de Movilidad, Natalia Chueca, no ha escondido su «sorpresa y decepción» por el resultado tan concluyente y categórico de la votación. «No se entiende que frente a una subida del 12%, que se eleva al 16% con los complementos, los empleados prefieran seguir con la huelga. Algo falla», ha declarado la edila desconcertada, que ha insistido en que no comprende que rechacen subidas brutas de 6.000 euros de media en cuatro años. 

Consecuencias de la huelga

Según Chueca, «es difícil que con el nuevo convenio recuperen lo que están perdiendo». O más bien, lo que van a comenzar a perder porque con la nueva convocatoria los bolsillos de sus empleados sí que se van a resentir, ya que dejarán de percibir entre 300 y 400 euros al mes. 

Chueca ha insistido en que es en el servicio de mediación donde Avanza y el comité deben retomar las conversaciones. Un encuentro que debería celebrarse tras un «periodo de reflexión» por ambas partes, según la concejal, que les instó a «actuar con responsabilidad» ante esta situación de bloqueo. 

Mientras, el CUT ha vuelto a solicitar su dimisión por su gestión del conflicto urbano. Lo ha hecho en solitario, sin contar con el apoyo del resto de secciones sindicales.

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