Zaragoza, reflejo de Madrid en materia medioambiental

Madrid siempre será Madrid, la gran capital, un polo de atracción y atención, haga lo que haga. Acostumbrada a destacar, Zaragoza ha conseguido situarse a su altura en un asunto tan relevante y vital como el medio ambiente. Así se puso de relieve ayer en la sesión de Congreso Nacional del Medio Ambiente, Conama Local, que protagonizaron cuerpo a cuerpo José Luis Martínez Almeida y Jorge Azcón.

Además de las alabanzas, las palmaditas en la espalda y el buen hacer de uno y otro, los alcaldes de Madrid y Zaragoza dieron a conocer los proyectos «pioneros» --palabra clave de los dos-- de sostenibilidad medioambiental y movilidad que lideran ambas ciudades y convierten a las dos urbes en referentes.

Azcón sacó pecho de la gestión del Gobierno de PP-Cs tras cuatro años en las que se han impulsado distintas políticas de vanguardia en medioambiente y sostenibilidad. «Hemos revolucionado la ciudad», aseguró.

Se refería a la rehabilitación de más de «9.000 viviendas» en la ciudad --las que quiere hacer, no que haya hecho--, a la puesta en marcha del Bosque de los Zaragozanos que supondrá la plantación de un árbol por habitante, o al proyecto «referencia» de generar energía a partir de los residuos urbanos que no son reciclables ni valorizables y que supondrá la inversión de 280 millones de euros hasta 2030 para lograr la economía circular y el objetivo cero residuos.

El conservador abundó en la importancia de este proyecto porque convertirá a Zaragoza en la primera ciudad del mundo que impulse una iniciativa «tan ambiciosa» como es obtener energía de la basura, de forma autosostenible y que además permita la comercialización de ese producto generado mediante los desechos. Ojo, por delante de Madrid.

Mientras lo hacía, el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, junto a la directora de la Fundación Biodiversidad, Elena Pita, repasaban los hitos del proyecto de regeneración del Huerva, cuyo coste asciende a 9,9 millones y se financiará, en parte, con fondos europeos.

Almeida también presumió de estar creando un gran un bosque urbano, pero esta vez llamado «metropolitano». En Madrid, explicó, la estrategia de sostenibilidad ambiental se plasma en el llamado Bosque Metropolitano, una gran anillo forestal que se extenderá a lo largo de 75 kilómetros en la ciudad.

En la capital también se han adoptado medidas que permiten incrementar la calidad de vida de los madrileños y aumentar la sostenibilidad. Claro está, añadió, las políticas de rehabilitación y regeneración juega un papel primordial. Otro aspecto «clave» de ambas ciudades es la movilidad, que pivota especialmente en el transporte público, que tiene que ser referente en la renovación de la flota de vehículos.

Madrid es la única capital europea en la que desde enero ya no circula ningún autobús de combustión y mantiene su compromiso de que en 2027 el 60% de la flota sea eléctrica. En el caso de Zaragoza, un tercio de la flota de los autobuses, 68 vehículos, será eléctrica este año.