Fiestas del Pilar 2023

Los bares piden baños públicos durante las Fiestas del Pilar

En días como el pregón coinciden en la plaza del Pilar más de 30.000 personas

En el entorno de la basílica solo hay servicios detrás de la fuente de la Hispanidad

Un cartel advierte de que el baño es solo para clientes.  | EL PERIÓDICO

Un cartel advierte de que el baño es solo para clientes. | EL PERIÓDICO / I. T. G.

Iván Trigo

Iván Trigo

El problema se repite cada año. Durante las Fiestas del Pilar, el centro de Zaragoza se abarrota y por la plaza del Pilar pasan decenas de miles de personas. El año pasado se juntaron a los pies del ayuntamiento más de 30.000 personas durante el pregón que apenas tienen un puñado de baños públicos a los que acudir en caso de necesidad, por lo que la única opción es entrar en uno de los bares y restaurantes de la zona.

«Instalar unos baños públicos portátiles sería una buena alternativa, pero año tras año pasa lo mismo y no se toma ninguna medida al respecto», lamentan desde la asociación de Cafés y Bares de Zaragoza. «El malestar de los hosteleros es importante», explican, porque muchos establecimientos se colapsan por las filas que se montan en las puertas de los servicios.

El sentir de los locales de la zona es unánime. «Lo sufrimos y con creces. Se generan situaciones complicadas y para evitar conflictos al final cedes y dejas pasar a la gente. Hay personas que aun te preguntan y que te lo piden por favor, pero la mayoría entran como Pedro por su casa», cuenta Juan, del pub Black Horse, en cuya puerta un cartel advierte en castellano, francés e inglés que los lavabos son de uso exclusivo para los clientes.

«El problema también es el gasto extra que esta situación te genera y que nadie nos compensa. Cada cisterna son 8 litros de agua. Ahora multiplica», comenta este hostelero.

Durante el pregón se juntan en la plaza del Pilar más de 30.000 personas que tienen necesidades fisiológicas.  | JAIME GALINDO

Durante el pregón se juntan en la plaza del Pilar más de 30.000 personas que tienen necesidades fisiológicas. | JAIME GALINDO / I. T. G.

La cuestión es que es «inevitable» dejar pasar a la gente. «Si estás todo el rato en la calle, es normal que tengas la necesidad de ir al baño en algún momento. Pero lo que no entiendo es que no haya baños públicos en todas las plazas del centro, además de los de la fuente de la Hispanidad. Y los que lo sufrimos somos los bares, porque no puedes estar de policía en la puerta», explica Piluca, del bar Formidable, en la calle Prudencio. En su caso, el baño de su establecimiento está al fondo del local y en días como el pregón «se forma una fila hasta la puerta» que pasa por delante justo de la barra. «Genera mucho estrés. Es horrible porque tienes que estar pendiente de que no falten suministros en el baño, de ir limpiando, de los chapoteos, de si se atasca...», dice Piluca.

Los gastos que se generan por permitir usar el baño pueden ser más cuantiosos que todo eso. Sandra, del bar Marianela, recuerda que hace unos años se «embozó el váter por todo el papel higiénico que tira la gente» y tuvieron que llamar para desatascarlo. «Eso es una pasta. El año pasado, para evitar que nos pasara otra vez, quité el papel higiénico. Cuando me pedían les daba un trocito pero no dejaba los rollos fuera», explica.

«Hay sitios en los que te piden un código para entrar al servicio que aparece en el ticket de cada consumición. Pero es que no voy a poner eso para usarlo una vez al año», comenta también esta hostelera. En el entorno de la plaza del Pilar hay baños públicos detrás de la Fuente de la Hispanidad, que se abren durante las fiestas. Pero obvio es que resultan del todo insuficientes.

Y sobre la instalación de baños portátiles, uno de los problemas es que no se pueden colocar en las calles que sirven para evacuar la plaza del Pilar, es decir, todas.

Sin mobiliario en las calles

Pero la ausencia de baños públicos no es el único problema al que se enfrentan los hosteleros durante los Pilares. Este año, como novedad, a los establecimientos situados en la plaza del Pilar les obligan a meter todo el mobiliario de las terrazas dentro de los locales los días del pregón y de la Ofrenda. «Nos están obligando a cerrar. Que me digan a mí dónde meto 96 sillas y 24 mesas. Si las entro me quedo sin espacio, así que es como si estuviera cerrado. Y nosotros pagamos por almacenar el mobiliario en la vía pública durante todo el año», denuncia Nazaret, del bar La Manon.

«El año pasado la Policía venía y nos explicaba como colocar el mobiliario fuera para evitar molestias y garantizar la evacuación de la plaza en caso de que fuera necesario. Nosotros queremos colaborar con todo y lo que hicimos fue distribuir los bultos para evitar que estuviera todo junto. Pero este año nos obligan a retirarlo del todo», denuncia.

Y si a eso le sumas el asunto de los baños... «Es horroroso y conflictivo. Aún tengo marcas de una pelea que hubo dentro del local el año pasado. Hasta en el salón de abajo me encontré a gente haciendo pis. Que no haya baños públicos tampoco justifica que no haya educación», dice Nazaret.