Esta es la única calle cubierta de Zaragoza

A pesar de ser una de las ciudades más grandes de España, la capital aragonesa esconde entre sus amplias avenidas algunas curiosidades y rincones únicos que merecen ser igualmente admirados

Vista aérea de la Basílica del Pilar y La Seo

Vista aérea de la Basílica del Pilar y La Seo / Jaime Galindo.

Zaragoza mantiene un fuerte reconocimiento a nivel nacional, como capital de provincia, capital autonómica y cuarta ciudad de España. Por ello, no es de extrañar que esté caracterizada por un atractivo y encanto en diferentes ámbitos. Desde la parte histórica que da sentido a la actualidad de la urbe hasta lo cultural, sin dejar en el olvido su lado más moderno.

En Zaragoza, todos los estilos tienen cabida. En el casco histórico, como suele verse en otras ciudades, destacan los edificios de índole más vintage, pero tampoco faltan los barrios de construcciones innovadoras. Entre sus amplios ejes y avenidas, se encuentran las vías más modestas que, aunque sean pequeñas, no dejan de esconder sorpresas.

No muy apartadas del tránsito clásico de una gran ciudad, la capital aragonesa conserva muchas curiosidades y tesoros que suelen pasar desapercibidos, por lo que muy pocos los conocen: vías sin salida, calles diminutas y hasta una calle completamente cubierta.

Un 'túnel' en medio de la ciudad

Esta calle única en su especie en la capital aragonesa queda a menos de diez minutos de la icónica plaza del Pilar. Dar con ella será una tarea fácil si se siguen las siguientes indicaciones. Lo primero es cruzar el puente de Piedra hasta llegar a la calle Sobrarbe. Una vez ahí, hay que tomar la primera vía a la izquierda, que conduce a la calle Horno, en pleno corazón del barrio del Arrabal.

Enseguida llamará la atención el callejón de Lucas, la única calle cubierta de Zaragoza. A través de él, se puede acceder a un pequeño patio de apariencia rural, que durante el día rebosa tranquilidad y paz. Estos forman parte de las zonas menos transitadas de la ciudad, donde el paso de los años se percibe fácilmente debido al deterioro de algunas construcciones del entorno.