Estos son los puntos negros de Zaragoza para la seguridad vial de los que alertan los conductores de bus

Los conductores del servicio del autobús urbano de Zaragoza se conocen la ciudad a fondo. Recorren sus calles todos los días con pesados vehículos que hacen que la conducción tenga que ser si cabe más cuidadosa. Es por eso que, concienciados por los potenciales peligros, el sindicato Sattra elaboró ya en 2017 una lista de puntos negros en la capital aragonesa. El año pasado, tras la muerte del joven Mario, atropellado por un bus, actualizaron el listado y se lo hicieron llegar a los responsables de Movilidad del ayuntamiento, pero no han obtenido respuesta.

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Así, desde el sindicato Sattra, que actualmente ostenta la presidencia del comité de empresa de Avanza, apuntan a que en la ciudad hay 24 puntos en los que se debería actuar de alguna manera para prevenir posibles accidentes. El primero de la lista es el cruce entre el puente de Piedra y el paseo Echegaray, donde «la visibilidad es reducida y el giro, peligroso». Allí el ayuntamiento ya obligó a los ciclistas y usuarios de patinetes a circular a pie para cruzar el puente, pero el problema es que «no se les ve».

«Se ha propuesto eliminar el paso de buses por el puente de Piedra y nuestros políticos argumentan que supondría exceder el número de kilómetros que se pagan a Avanza. Prima más lo económico que la seguridad», lamentan desde Sattra. Piden también evitar la calle Don Jaime I, muy transitada por los peatones y donde no hay semáforos que regulen los pasos de cebra.

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Otros puntos conflictivos para la seguridad está en los carriles bus de las avenidas Valencia, San José, Madrid y Conde Aranda. Entre las causas que señalan está la falta de separación física entre las aceras y la calzada, lo que hace que muchos viandantes crucen por donde no deben en lugares donde la visibilidad empeora y el bus tiene un espacio estrecho para circular.

Otro punto que señalan es la plaza España a la altura de la parada del tranvía. «Los peatones no respetan los semáforos e irrumpen de forma brusca en el carril para intentar llegar a coger el tranvía», señalan.

Los giros a la derecha

En la plaza La Bambola de Valdespartera los problemas para la seguridad se dan a las horas de entrada y salida del colegio y en la calle Antonio Leyva donde «no hay semáforos y hay muchos niños sin control de sus padres que salen de los comercios corriendo».

En el Camino Las Torres los problemas se deben a la estrechez de los carriles y a los giros a la derecha con semáforos intermitentes y carriles bici, «que son problemáticos para el bus por los ángulos muertos» y la falta de visibilidad.

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Y es que los problemas para la seguridad más frecuentes se dan cuando los buses tienen que hacer giros a la derecha, puesto que los conductores pierden mucha visibilidad. Esto además, muchas veces, se conjuga con un carril bici que cruza y con semáforos en ámbar para los vehículos y verde para los peatones, lo que hace que los viandantes y ciclistas no se detengan.

Situaciones del estilo se dan, según señala Sattra, en varios puntos de la ciudad, como en el giro de la avenida Cataluña a la calle Peire; en el giro de Alcalde Caballero hacia la avenida de la Academia General Militar; en el giro de esta misma avenida hacia Salvador Allende; en el que hay para acceder a Gastón de Bearne desde Vía Ibérica; y en el que va de la de la avenida Navarra a la zona de llegadas de la Estación Delicias.

En uno de estos giros a la derecha con un carril bici es donde Mario fue atropellado mortalmente cuando un bus que circulaba por Vía Ibérica entró en la calle Argualas.