Adiós definitivo a los Helados Italianos del paseo Independencia de Zaragoza

Tras 40 años de andadura, uno de sus socios se jubila y el local ya ha sido vendido

El emblemático local de Helados Italianos en paseo Independencia cierra tras casi 40 años de andadura.

El emblemático local de Helados Italianos en paseo Independencia cierra tras casi 40 años de andadura. / Andreea Vornicu

Inma Marín Soriano

Inma Marín Soriano

Los conocidísimos Helados Italianos del paseo Independencia de Zaragoza echan el cierre definitivo tras 40 años de historia a sus espaldas. El motivo es que uno de los socios de esta empresa familiar, Alfonso Fuoli, que hasta hace unas horas se encontraba tras el mostrador, se jubila. El local que ya se encuentra cerrado porque ha sido vendido.

Habitualmente, esta heladería cerraba en el momento en el que llegaba el frío. Este año, sin embargo, su bajada de la persiana es definitiva. El último adiós entre los nueve trabajadores del establecimiento ha tenido lugar este lunes.

“En la familia ya se han jubilado todos y no hay continuidad. Nuestros hijos se dedican a otras cosas y este tipo de negocio es muy esclavo”, lamenta Fuoli desde el mostrador en el que ha desarrollado toda su carrera profesional. “La gente todavía no se ha enterado”, cree. Sin embargo, estos días ya ha recibido algunas llamadas y la tónica general es que los clientes están muy apenados. La tienda cumpliría sus cuarenta años de apertura el próximo mes de junio.

Esa pena la comparte también Fuoli, que recuerda con añoranza su labor al frente del negocio, pero también siente alivio porque confies que tras 40 años ya necesita un descanso. "Todo ha ido muy bien, toda una vida vendiendo nuestros helados y estando junto a nuestra clientela", dice con orgullo.

A nivel económico, las ventas este año se han ido recuperando respecto a los años de la pandemia, pero los resultados no son los mismos que hace una década. “Se trabaja bien pero no es como antes, conforme pasan los años los resultados son peores”, explica.

A pesar de este cierre, la familia mantiene abiertas siete heladerías más en la capital aragonesa: en Gran Vía, Fernando el Católico, Don Jaime, calle Delicias, San Ignacio de Loyola, plaza de Sas y César Augusto.