La reacción de las familias afectadas en Arcosur

La desesperación en el Ana María Navales: "Lloré toda la santa tarde"

Los padres y madres del centro muestran su preocupación ante la paralización de las obras de Primaria

"Nos negamos en rotundo a que el colegio se divida", aseguran

Alberto Arilla

Alberto Arilla

"Estuve llorando toda la santa tarde. Una parte de mí sabía que existía esta posibilidad, pero te autoconvences de que no va a pasar, así que cuando lo oyes te derrumbas". Así describe su sentir Pilar Fidalgo, miembro de la junta de la Ampa del colegio Ana María Navales, en una situación muy delicada desde que este martes se conociese que la empresa encargada de construir y habilitar el edificio de Primaria, Levantina, Ingeniería y Construcción (LIC), se declaró insolvente, dejando en el aire los trabajos y el futuro académico de decenas de alumnos y docentes.

Pilar es madre de un niño y una niña, ambos alumnos del colegio en Infantil y Primaria, respectivamente, por lo que representa a la perfección la contundente postura que han tomado desde la Ampa con respecto a las alternativas posibles: "Nos negamos rotundamente a que el colegio esté dividido, más cuando al año que viene va a haber hasta seis aulas de Primaria. En septiembre, mis hijos irán a segundo de Infantil y a segundo de Primaria, y como madre no puedo dividirme". Por ello, desde la asociación de padres del colegio esperan encontrar "soluciones cerca" para el corto plazo, aunque reconocen que, por lo inmediato, "todavía no hemos tenido tiempo real de estudiar las alternativas".

De hecho, este pasado martes se produjo una reunión de urgencia con la DGA, quien se comprometió a asumir la reparación de las deficiencias del edificio de Infantil y sacó a licitación las obras del aulario de Primaria, aunque desde Educación admiten la "imposibilidad" de cumplir con los plazos previstos (debía estar listo para septiembre, es decir, inicios del próximo curso), una postura que también trasladaron a la Ampa en su encuentro. "Nos dijeron que para septiembre era prácticamente imposible, aunque nos prometieron que intentarían acortar los plazos al máximo", cuenta a este diario Daniel Anadón, también miembro de la junta, quien asume que "hasta abril o mayo no veremos máquinas trabajando".

El CPI Ana María Navales fue inaugurado hace tres cursos en el barrio zaragozano de Arcosur. Una vida breve pero muy productiva, ya que en este tiempo han recibido dos premios por su calidad educativa. Tanto es así que, hace tan solo unos días, el Ministerio de Educación concedió al centro el primer premio en Buenas Prácticas en el Desarrollo de Competencias de lectoescritura y de alfabetizaciones múltiples, gracias especialmente al proyecto educativo del CPI en torno a los distintos lenguajes que operan en la vida cotidiana del siglo XXI (digitales, científicos, artísticos, orales, escritos, etc.). Un galardón que se sumó al conseguido un año antes, cuando el ministerio le concedió el Premio Nacional a las Buenas Prácticas en la mejora del éxito educativo.

En enero, nueva reunión con la DGA

Unos éxitos que no son ajenos para los padres, que valoran especialmente la labor de un equipo docente al que califican como "alucinante". "Si trabajaran en condiciones adecuadas, imagínese lo que conseguiríamos", subraya Pilar Fidalgo, mientras que Daniel Anadón establece un paralelismo con el fútbol: "Esto es como si tienes al mejor del mundo jugando en un campo de cardos y piedras. Lo hace muy bien, pero si jugase en un buen terreno, lo haría aún mejor".

Sea como fuere, desde la Ampa esperan que la situación se solucione cuanto antes. De momento, en enero volverán a reunirse con el Gobierno de Aragón, en un segundo encuentro al que ambas partes esperan llevar posibles soluciones para afrontar lo inmediato del siguiente curso, y así poder disfrutar de un derecho tan fundamental como necesario: la educación.

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