MOVILIDAD EN ZARAGOZA

Los colectivos de ciclistas solicitan revisar el diseño de los carriles bici

Algunas demandas son resolver los tramos inconexos o el espacio en zonas de un sentido, así como extender la red con nuevos carriles como el de Paseo Pamplona - María Agustín

Los usuarios piden una reunión con el ayuntamiento para presentar sus iniciativas

Ensanchar los carriles de un sentido es una de las principales demandas de los colectivos.

Ensanchar los carriles de un sentido es una de las principales demandas de los colectivos. / Jaime Galindo

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Los usuarios de las bicicletas en el entorno urbano de Zaragoza han presentado una serie de propuestas orientadas a este 2024, con el objetivo de hacer de la capital aragonesa un lugar mucho más verde y accesible para la movilidad. A través de un comunicado conjunto de los colectivos Pedalea y Bielas Salvajes, los ciclistas urbanos han hecho llegar sus propuestas a la actual concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, Tatiana Gaudes, a la que solicitan una reunión, así como al resto de grupos municipales. Según alegan los colectivos, tras un proceso colaborativo que comenzó el pasado mes de octubre, la bicicleta «tiene mucho que aportar para hacer las calles más seguras».

Así, entre sus principales peticiones se sitúa la revisión del diseño de algunos carriles bici, que por diferentes circunstancias constituyen un peligro tanto para los ciclistas como para los viandantes y el resto del tráfico de la ciudad. Por ejemplo, los grupos ciclistas piden revisar los carriles unidireccionales estrechos que, según denuncian, «se deberían ensanchar o en tramos concretos transformarse en bidireccionales». Es el caso, por ejemplo, del tramo que une las calles San Juan de la Peña y Sobrarbe, así como el que discurre por Camino Las Torres.

Pero la estrechez no es el único motivo de preocupación para los ciclistas urbanos, que marcan el objetivo de 2030 como horizonte para culminar las mejoras que den «un nuevo impulso» al uso de la bicicleta en Zaragoza. En ese sentido, los colectivos también ponen sus miras en las intersecciones mal resueltas, siendo la más destacada la del paseo Echegaray a su paso por el Puente de Piedra, donde solicitan señalizar el carril bici sobre la acera para darle continuidad o utilizar el carril de calzada contiguo como ciclovía, propiciando así una zona de «tráfico calmado que dé continuidad a la zona restringida del puente y Don Jaime». En ambos casos, tanto Pedalea como Bielas Salvajes consideran que la peatonalización de la pasarela «sería de gran interés».

Asimismo, existe también inquietud por los tramos inconexos, a los cuales el carril llega a un punto donde muere, y los usuarios tanto de patinete como de bicicleta deben incorporarse al movimiento peatonal. Una situación que provoca imágenes peligrosas y que son habituales, como las de algunos patinetes circulando por las vías del tranvía. En este campo, los ciclistas ponen varios ejemplos de tramos discontinuos, como el que, precisamente, pasa por la traza del tranvía en la zona de plaza España, Coso y Murallas. Una coyuntura generalizada en todo el casco histórico, pero que se repite en diversas partes de la ciudad, algunas recién ejecutadas, caso de avenida Cataluña.

Los colectivos se preocupan por algunos tramos inconexos del carril bici, como este del Coso a su llegada a Plaza España.

Los colectivos se preocupan por algunos tramos inconexos del carril bici, como este del Coso a su llegada a Plaza España. / Jaime Galindo

Por último, los grupos ciclistas también inciden en la necesidad de otras mejoras, como la revisión de los semáforos en cruces como los de avenida Goya, plaza Europa o avenida Pirineos, en los que los colectivos alegan que «la semaforización penaliza a la bicicleta respecto al tráfico a motor».

Actualización y extensión de la red

Por otro lado, los colectivos reclaman otro tipo de mejoras en la red de carriles bicis de la ciudad. Y es que, pese a que tanto Pedalea como Bielas Salvajes reconocen que la red actual ha constituido el «pilar básico para multiplicar el uso de la bicicleta», ambos grupos detectan todavía «zonas deficientemente cubiertas». En esa línea, los ciclistas consideran que urge finalizar algunos de los proyectos en marcha, tanto los que están ya en ejecución gracias a los fondos europeos, como el de Pablo Ruiz Picasso, como los que están en fases más iniciales, ejemplo del de Cesáreo Alierta o Duquesa Villahermosa.

Del mismo modo, los grupos piden la extensión de la red en enclaves estratégicos como el que une los paseos Pamplona y María Agustín, «último eje radial hacia el centro sin vía ciclista», u otros más concretos que harían las veces de ejes vertebradores de barrios en expansión como Miralbueno.

En última instancia, los ciclistas urbanos solicitan al consistorio información sobre el nuevo sistema de bicicleta pública que sustituirá a Bizi (solo una empresa, Serveo, opta a la adjudicación), así como la actualización del Plan Director, cuya vigencia caduca el próximo 2025, y otras cuestiones más genéricas y orientadas al largo plazo como los incentivos a la compra, fomentar la intermodalidad entre el transporte público y la bicicleta o la elaboración de campañas de concienciación y difusión de su uso.