Los primeros derribos de La Romareda se licitan por 4,1 millones de euros

El consejo de administración de la sociedad mixta La Nueva Romareda SL aprobó este viernes en una reunión los pliegos del proyecto con las primeras demoliciones que se van a llevar a cabo en el antiguo estadio. Las obras van a salir a licitación por 4.165.000 euros y supondrán el derribo de la grada del Gol Sur, del edificio del Cubo y de la antigua Gerencia de Urbanismo, que está anexa a la Tribuna Preferente.

Según explicó este viernes la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, quien es también la presidenta de la sociedad encargada de construir y explotar el nuevo estadio –en la que también participan el Gobierno de Aragón y el Real Zaragoza–, aunque los plazos son cortos para poder llegar a tiempo al Mundial de 2030 con el estadio terminado, «estamos trabajando para conseguirlo».

Está previsto que los pliegos que rijan la licitación se publiquen este lunes y a partir de entonces se abrirá el plazo de presentación de ofertas para las empresas interesadas en ejecutar los trabajos. Así, en mayo podría formalizarse el contrato y «en los primeros días de julio» podrían comenzar los derribos, justo después del concierto de Enrique Bunbury en La Romareda el día 6 de ese mes.

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Está previsto que los trabajos duren seis meses, aunque los plazos podrían acortarse en función de las ofertas que presenten los licitadores que participen en el proceso.

En el consejo de administración, el segundo que celebra la sociedad La Nueva Romareda, también se aprobó sacar a licitación la dirección facultativa de las obras y la de seguridad.

Se busca gestor

Además, los consejeros de la sociedad también acordaron externalizar a través de una consultora la búsqueda de un gerente para la SL. Cuando hayan comenzado los derribos se procederá también a licitar el proyecto de obras del resto del estadio para que, una vez estén hechas las primeras demoliciones, la construcción del nuevo estadio pueda llevarse a cabo conforme al cronograma previsto.

El plan inicial es aprovechar los veranos para acometer los derribos de cada una de las gradas e ir construyendo el resto mientras el Zaragoza juega en el estadio.