El histórico mercado Hernán Cortés cierra sus puertas: "Como un jarro de agua fría"

Este icónico lugar fue fundado en 1949 y ahora busca una nueva vida

El precio de alquiler ronda los 10.000 euros mensuales por los 2.007 metros cuadrados del local

Entrada al mercado Hernán Cortés por la avenida Goya.

Entrada al mercado Hernán Cortés por la avenida Goya. / Jaime Galindo

Tradiciones que se pierden, locales con años de solera que no volverán a levantar la persiana cada mañana o negocios centenarios que lo tenían todo y ahora nada. Los mercados de toda la vida, donde generaciones pasadas aprovechaban para hacer la compra de toda la semana en un mismo lugar, no atraviesan un buen momento en la ciudad de Zaragoza. Hace unos años fueron los situados en el Nuevo Fleta, Doctor Casas, La Jota o Venecia, ahora le ha tocado a un mercado emblemático del centro de la capital aragonesa.

Tras 75 años abierto y la intención de no tener que llegar a esta situación, el mercado Hernán Cortés baja la persiana de su pasaje de forma definitiva. Todo transeúnte y vecino, que haya caminado estos días por las inmediaciones de la calle Cortes de Aragón y la avenida de Goya, se habrán dado cuenta de que, en las últimas semanas, se ha colocado un cartel de 'se alquila' en una de sus entradas.

Los puestos fueron cerrando, poco a poco, hasta dejar "sin vida" al mercado por excelencia de esta zona de Zaragoza. Un lugar de encuentro que servía para comentar las noticias del día o visitar a amigos de toda la vida, mientras se compraba producto fresco y de calidad. Tan solo sobreviven un par de puestos situados en la parte exterior, uno de estos es la Charcutería Cristina. Este negocio, a las puertas de la entrada por Cortés de Aragón, estuvo durante años dentro de estas instalaciones, pero tuvo que probar suerte fuera y continúa abierto a tabique del histórico local.

"Yo tenía este mismo negocio dentro del mercado, pared con pared, y decidí salirme fuera. Las ventas se habían estancado de una forma que solo podían ir hacia abajo. Al salir al exterior, tenía la opción de abrir la tienda durante más horas", comenta Ana Cristina, propietaria de este negocio, que achaca el cierre de este local a las nuevas formas de compra.

Así está por dentro el mercado Hernán Cortés.

Así está por dentro el mercado Hernán Cortés. / Jaime Galindo

Esta noticia de cierre ha sentado "como un jarro de agua fría" tanto a comerciantes como a vecinos de la zona. "Todas las semanas intentaba sacar un hueco para acudir a comprar. El trato era totalmente distinto al de otros lugares", comenta un vecino. Una opinión similar a la mostrada por Ana Cristina: "Solo con la compañía, el tenerlo tan cerca, al fin y al cabo eran compañeros. Todos los días desayunábamos juntos y es algo que se pierde".

Adiós a 75 años de ventas

Este mercado abrió sus puertas en 1949, tal y como recoge el cartel de una de sus entradas. La propiedad de este local lo alquila a través de la inmobiliaria MedinaSanz. El coste de alquiler de los 2.007 metros cuadrados es de unos 10.000 euros mensuales.

El mercado se encuentra cerrado desde hace unos días y su futuro es una incógnita todavía sin resolver. Las dimensiones del local son ideales para un cambio de negocio que podría ir ligado con la apertura de un gimnasio o la de un supermercado. Lo seguro es que los vecinos de la avenida Goya y la calle Cortes de Aragón tendrán que acostumbrarse a realizar sus compras en una ubicación totalmente distinta.

Una tendencia cada vez más común

Caminar por las calles de Zaragoza y observar en la cristalera de cualquier local un cartel de 'se traspasa' se ha vuelto una imagen común en muchos barrios de la capital aragonesa. Desde negocios con décadas abiertos hasta bares 'históricos", esta tendencia está yendo al alza para el lamento de muchas personas.

El sector de la hostelería es otro de los grandes damnificados. Al cierre del bar Erzo este 2024, hay que sumarle otros negocios hosteleros de la capital aragonesa que se han visto obligados a bajar la persiana de forma definitiva, una tendencia inevitable en muchas ocasiones.

Nunca es sencillo echar el cierre de tu negocio y no volver a abrir nunca más tras llevar décadas trabajando. El mundo de la restauración atraviesa un momento de incertidumbre y algunos locales con solera de la ciudad se han visto obligados a cerrar sus puertas y dejar de servir sus últimos cafés, almuerzos o comidas el pasado 2023.