Movilidad urbana

Siete claves de la Zona de Bajas Emisiones de Zaragoza

Esta nueva ZBE contará con una aplicación progresiva y dos zonas bien diferenciadas, de manera que, para el año 2030, llegará a límites del centro de la ciudad como las plazas Paraíso y Europa o los paseos María Agustín y Constitución.

Señal que indica el inicio de la Zona de Bajas Emisiones en Zaragoza.

Señal que indica el inicio de la Zona de Bajas Emisiones en Zaragoza. / JOSEMA MOLINA

Zaragoza ya tiene su proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un requisito legal de implantación obligatoria en 2026 para todas las poblaciones con más de 50.000 habitantes que, hasta ahora, en la capital aragonesa ha funcionado como una medida más simbólica e informativa que real, pues no sanciona a los infractores. Esta nueva ZBE contará con una aplicación progresiva y dos zonas bien diferenciadas, de manera que, para el año 2030, llegará a límites del centro de la ciudad como las plazas Paraíso y Europa o los paseos María Agustín y Constitución.

Estas son las claves del proyecto:

  1. El horario de la Zona de Bajas Emisiones , es decir, el periodo en el que habrá vigilancia y se sancionará en el entorno, abarcará de lunes a viernes, de 7.00 a 20.00 horas.
  2. El sistema de control de la ZBE se realizará con cámaras inteligentes que leerán específicamente los datos de matriculación del vehículo, para comprobar si tienen etiqueta o autorización. 
  3. Los vehículos que accedan por error a la Zona de Bajas Emisiones sin contar con una autorización podrán salir de esta en un plazo de 10 minutos sin ser sancionados.
  4. Las zonas de estacionamiento  para residentes y para no residentes, así como para distribución urbana de mercancías, bicis, VMP y motos estarán señalizadas dentro de la ZBE.
  5. Se considerará una infracción grave, cuyo importe actual es de 200 euros, no respetar las restricciones de acceso, circulación y estacionamiento establecidas y las sanciones se realizarán conforme a lo que establezca la Ley de Tráfico. 
  6. La ZBE medirá la calidad del aire con la incorporación de sistemas dedicados a tal efecto, incluida una estación portátil, con el fin de realizar un seguimiento mediante indicadores de la reducción de emisiones.
  7. Un millón y medio de euros es la cifra que el consistorio estima que supondrá la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en sus dos fases, con todos los sistemas de control, señalización y otros elementos necesarios para su correcto funcionamiento.