La Asociación de Vecinos Lanuza Casco Viejo, la Asociación de Vecinos Madalena y el Colectivo Pedalea han criticado que el carril-bici de las riberas del Ebro es una "gran chapuza" y lo han calificado como "acera-bici".

Desde estas asociaciones estiman que el carril bici incluido en la reforma de las riberas del Ebro "nos hizo creer que, por fin, tendríamos en Zaragoza una vía ciclista útil", que potenciase el uso de la bicicleta como medio de transporte y como alternativa real al "desastre medioambiental y social" que está provocando el abuso del tráfico motorizado.

Estas tres organizaciones han explicado que desde hace cuatro años "contribuimos con nuestra experiencia para mejorar el carril bici de las riberas" para lo que solicitaron dos mejoras de "sentido común" en el vial ciclista.

En un comunicado han explicado que estas mejoras pasaban porque el carril-bici "no estuviese en la acera sino en la calzada" para reducir los conflictos por la invasión de los peatones, mejorar la seguridad y considerar la bici como un vehículo más. Otra de las aportaciones era que se garantizase la continuidad del carril-bici, sin interrupciones al atravesar los puentes y en cada paso de peatones.

No obstante, han criticado, aunque desde el Ayuntamiento de Zaragoza les prometieron solución a estas cuestiones "hoy vemos el resultado", que "no es un 'carril-bici' sino una 'acera- bici', que pone en riesgo la integridad de peatones y ciclistas, y que resulta poco efectiva para la movilidad ciclista cotidiana, exceptuando la de carácter recreativo".

En este sentido, constatan "que el Ayuntamiento sigue sin reconocer a la bicicleta como un modo de transporte efectivo y al alcance de toda la ciudadanía, contradiciendo las modernas políticas europeas y sus propios lemas de 'sostenibilidad'".

Para estas organizaciones, se hace "evidente que los kilómetros de carriles-bici se realizan de cara a la galería, para trampear políticamente sus indicadores de 'sostenibilidad', y no para construir infraestructura ciclista efectiva y segura para ser usada por todos los ciudadanos".

Estos tres colectivos señalan como "principales responsables de la gran chapuza" al área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza, en concreto al concejal Antonio Becerril y sus técnicos, "por su miopía, arrogancia e incapacidad de escuchar", a quienes "les hacemos responsables de los accidentes provocados por la falta de seguridad y la peligrosidad del diseño de esta infraestructura ciclista".

ALTERNATIVAS

Las medidas inmediatas que reclaman las tres organizaciones para el carril-bici de las riberas pasan por que todos los tramos del recorrido que quedan por ejecutar estén a la altura de la calzada y en habilitar un paso de peatones y bicicletas en el lado sur del puente de Santiago.

Además, solicitan que todo el carril bici siga los mismos ritmos semafóricos que el resto del tráfico; no interrumpir su trazado en el Puente de Piedra ni en los pasos de peatones, y colocar los semáforos de modo que los peatones no tengan que esperar invadiendo el carril bici.

Tras incidir en que no aceptarán "más chapuzas como ésta", han apuntado que una apuesta seria por la bicicleta "no se puede quedar en unas bonitas líneas sobre un mapa; hay que bajar a la realidad, escuchar a las ciclistas y vecinas, y pensar que los carriles-bici han de ser eficaces para sus usuarios".