La Policía busca desde el mediodía de ayer a Alejandro. R., un ecuatoriano de entre 40 y 50 años que trabajaba como portero en un edificio de la calle Santa Catalina de Zaragoza. Es el principal sospechoso de la muerte a cuchilladas de su esposa, la también ecuatoriana Carmen Cecilia Y. S., de 48 años, cuyo cadáver fue hallado, en torno a las doce del mediodía, cosido a cuchilladas y tendido sobre un charco de sangre en la portería del número 1 de la plaza de Los Sitios, donde llevaba unas semanas trabajando como sustituta del conserje, que está de vacaciones.

La pareja llevaba más de diez años casada, aunque su relación se había terminado recientemente. Carecían de descendencia, aunque ella sí tenía, en Ecuador, varios hijos fruto de una relación anterior.

El cadáver fue hallado por miembros del Cuerpo Nacional de Policía, a los que alertaron varios vecinos de la finca. A estos les había extrañado que los cubos de la basura siguieran en la calle entrada la mañana, por lo que decidieron acercarse al cuarto de la portería, que tiene entrada tanto por el interior del bloque como por una puerta lateral del garaje, que da a la calle Santa Catalina. Observaron la existencia de manchas de sangre junto al primero de esos accesos y comprobaron que la puerta no se podía abrir. Nadie respondía a sus llamadas.

EL HALLAZGO Los agentes lograron abrir la puerta y descubrieron el cadáver. Rápidamente, acordonaron los accesos a la vivienda mientras empezaban a llegar a la zona efectivos de la Policía Científica, que inspeccionaron el lugar hasta pasadas las tres de la tarde. Una furgoneta de la Sangre de Cristo trasladaba el cuerpo sobre las dos de la tarde al Instituto de Medicina Legal, donde le fue practicada ayer mismo la autopsia, de cuyo contenido no trascendió ningún dato.

Los vecinos se mostraban consternados al conocer lo sucedido. "¿Qué se le puede pasar a alguien por la cabeza? ¿Cómo puede ser alguien capaz de quitar la vida a una persona y de arruinarse la suya?", se preguntaba uno de ellos junto a la puerta de acceso al edificio. Algunos explicaban que había quien contaba que la noche anterior se había escuchado una fuerte discusión en la portería. "Te voy a matar", contaban que se había oído durante esa refriega.

INTERROGATORIOS La Policía tomó ayer declaración a varios vecinos del número 1 de la plaza de Los Sitios y del inmueble de la calle Santa Catalina en el que había residido la pareja y en el que trabajaba como portero el esposo de la fallecida.

"Era una persona muy normal" y "hoy no ha venido", respondían, lacónicos, los inquilinos del segundo inmueble a las preguntas de los periodistas. El marido llevaba más de dos años trabajando como portero en ese inmueble.

La Brigada Provincial de Policía Judicial, que mantiene abiertas varias líneas de investigación para tratar de esclarecer el crimen y detener a su autor, confirmó por la tarde que el esposo estaba en paradero desconocido.