Para el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Ramón Jordá, el fracaso de la medida adoptada por el Ejecutivo anterior hace un año no ha sido una sorpresa. No solo apenas se han dispensado recetas, sino que las farmacias tampoco han logrado vender la versión de esos medicamentos que podían adquirirse directamente en el establecimiento, sin necesidad de receta. "Yo no he vendido ninguno", expuso el presidente.

Para Jordá, la aplicación "no tiene sentido" y esgrime que a "una persona que le duele la cabeza puede llevarse a su casa una caja con 20 comprimidos de 500 miligramos que vale 65 céntimos, que vale menos que un café y le puede durar hasta cuatro o cinco años". De hecho, subraya que la única utilidad de las unidosis alcanza al "ámbito hospitalario" porque "en patologías crónicas no tiene sentido y en las agudas las cajas ya vienen adaptadas al tratamiento necesario".