Carlos afronta la nueva etapa de copago farmacéutico con cierta inquietud. Es pensionista por enfermedad, lo que le obligará a adelantar el pago de la parte que le corresponda. Y eso que ahora no toma medicación. Pero, además, tiene dos hijos pequeños, con la consiguiente dosis necesaria de apiretal, dalsy, jarabes o expectorantes que suelen costarle unos 20 euros mensuales.