Sanidad advierte de que la desinformación de los usuarios apuntada por el barómetro se justifica sobre datos del 2012 y que no fue hasta noviembre de ese año cuando comenzó la implantación de la receta electrónica en Zaragoza en el centro de salud de Valdefierro. Por eso, la Administración considera que los datos actuales serían "muy distintos" debido a la progresiva familiarización de los aragoneses con el sistema, que estará instaurado a final de año en la práctica totalidad de la comunidad y rechaza cualquier intento previo del anterior Ejecutivo. "Nunca se llegó a implantar y se quedó en una mera prueba y un intento fallido en Teruel". Pero, con todo, el Salud anuncia que ya está trabajando para "intensificar" la información acerca de la receta electrónica "y todas sus ventajas". En este sentido, el nuevo sistema ha supuesto, según la Administración, "un descenso considerable, cifrado en un 20%, en el número de consultas solicitadas en algunos centros de salud, de modo que los médicos de familia disponen de más tiempo para realizar tareas asistenciales".

Además, Sanidad subraya que la implantación y extensión de la receta electrónica en el ámbito de la Atención Primaria "además de suponer una importante mejora en el proceso de prescripción y dispensación de fármacos, supone una clara ventaja para el paciente, puesto que le garantiza una información actualizada, estructurada, coordinada y completa sobre sus tratamientos tanto de forma directa, a partir de la hoja de tratamiento facilitada por su médico de cabecera, como por la disponibilidad de dicha información en las oficinas de farmacia en el momento de la dispensación de los medicamentos". El proceso es sencillo: el médico almacena en un sistema los medicamentos que ha prescrito al paciente y le entrega a este una hoja con las instrucciones para su tratamiento. El usuario acude a la farmacia con su tarjeta sanitaria y el farmacéutico --a través del sistema infórmatico-- puede ver cuáles son los fármacos que tiene que dispensar.