La torre alta de la plaza, en el Pilar, según el curso del río, quedó restaurada el pasado mes de julio después de tres años de obras dirigidas por Teodoro Ríos. En ella se cosieron las grietas que amenazaban su estabilidad y se atirantó la torre al nivel en el que cambia de cuadrada a octogonal.

También se realizó la limpieza y el rejuntado del ladrillo y de las piedras de los remates, que amenazaban con caer a la plaza. Milas de varillas de acero y resina sujetan ahora las piedras. La actuación tuvo un coste de 2,8 millones de euros.

Igualmente se lleva a cabo la renovación completa de los tejados y las cúpulas, que estaban arruinadas por goteras. Las tejas nuevas, siguiendo la policromía de las antiguas, son de gres y están todas clavadas y sujetas con ganchos especiales a una etructura de madera completamente renovada. La obra de la cubierta está realizada en casi un 60% y tiene un presupuesto de 3,4 millones de euros.

Las fachadas laterales del Pilar, sometidas a intensas humedades por la cercanía del río, se están limpiando igualmente mediante proyecciones bajo presión de arenilla de vidrio, que impermeabiliza las amplias estructuras, por un coste aproximado de 3´2 millones de euros.

El relieve de Pablo Serrano, con una Virgen del Pilar exterior, adorada por los apóstoles y santos se colocó en la fachada principal del templo en el año 1969. Todo el paño principal del templo ofrecerá un tono homogéneo para el momento en que lleguen los visitantes de la Expo. Las técnicas de limpieza serán variadas segun exijan las distintas zonas. Sólo la torre del reloj mantendrá todavía la pátina antigua y oscura.