--¿Ya se encuentra a punto para jugar?

--Gracias a Dios ya estoy bien. Recuperado de la lesión y esperando que me llegue la oportunidad. Ahora viene un calendario bastante exigente y también empezaremos a jugar la Copa del Rey. Por eso estoy seguro de que la oportunidad va a llegar y tengo que estar preparando para rendir bien cuando eso se produzca.

--¿Esperaba haber entrado ya en el equipo?

--Quizás podía haberlo hecho ya ante el Getafe, pero es posible que el míster no me viera del todo bien y por eso prefirió no citarme. Ahora, después del parón, me siento muy bien, más rápido, más dinámico y bien con la pelota. Después, el técnico tendrá que decir si me lleva o no a Granada.

--Lo cierto es que en la pretemporada dejó buenas sensaciones.

--Creo sí. Llegue bien entrenado del Colo Colo y me adapte rápido al grupo. El míster me dio muchos minutos en los amistosos y la verdad es que me sentía muy bien, pero las lesiones siempre aparecen en mal momento. Me tocó a mí lesionarme y es muy duro estar fuera del grupo y no poder aportar al equipo, pero son cosas que tiene el fútbol.

--¿Suele lesionarme mucho?

--No, pero hay que tomarse las cosas con buen humor y tratar de seguir adelante.

--Usted, de todos, aunque no fuera este el caso, es un jugador al que le gusta llevar mucho el balón y eso puede pagarlo con lesiones.

--Ya me han avisado y también lo he visto. Aquí, a los jugadores que manejan bien la pelota les suelen entrar bastante duro, pero estoy acostumbrado y no me asusta nada.

--¿Qué le dice Manolo Jiménez?

--No tuve una charla intima con él, pero en cada entrenamiento me anima para entrenarme bien. Además me dice que me ve bien y que espere mi oportunidad porque me llegará. Yo tengo muchas ganas de jugar y trabajo para eso, pero después es el técnico quien decide. Jiménez siempre dice que oportunidades vamos a tener y uno la espera.

--Entonces no le queda otra que tener paciencia.

--Estoy acostumbrado a jugar y a aportar desde dentro del campo, pero ahora que ya soy más veterano me tomó las cosas con más paciencia. Por eso lo que hago es entrenarme bien para cuando me necesiten poder rendir a un buen nivel, que es lo más importante. No vale de nada enojarse.

--Por culpa de la lesión hasta ahora le hemos visto poco. ¿Pero dónde se encuentra más cómodo como mediapunta o en la banda?

--Ahora tengo muchas ganas de jugar y lo haría en cualquier lado, incluso de lateral. Donde mejor me siento es en las bandas, igual en la izquierda que en la derecha, y más cómodo que de mediapunta. Por el medio es muy difícil jugar salvo cuando un partido ya está abierto, porque hay más espacios. Jugando en la banda siempre tienes la posibilidad del uno contra uno.

--Mientras usted estaba lesionado y Edu Oriol se entonaba apareció Víctor Rodríguez y eso también les ha restado opciones de jugar.

--Tanto Víctor como Montañés lo están haciendo muy bien y ojalá que sigan así, porque nunca puedes desearle nada malo a un compañero. Pero si se presenta la oportunidad y el míster me da la camiseta trataré de aprovecharla para no salir del once.

--¿Cómo está viendo al equipo?

--Bien, pero, como me ha pasado ya es otros equipos, nuestros errores los pagamos muy caros y no nos perdonan, mientras que cuando se equivoca el rival nosotros perdonamos y no estamos finos a la hora de definir. Para mí hemos merecido más puntos de los que tenemos.

--Hasta ahora se podría decir que las sensaciones son mejores que los resultados.

--Y eso es algo que hay que tratar de equilibrar. Trabajando como estamos trabajando estoy seguro de que vamos a dar una vuelta a la página y que las victorias van a superar a las derrotas.

--Lo que sucede que ahora el calendario se complica.

--Nos espera un calendario duro, pero estamos capacitados para sacar puntos. No queda otra que trabajar y dejarse la vida en cada partido. Hay buenos jugadores y el grupo tiene compromiso para sacar buenos resultados.

--¿Nota algún tipo de presión en el vestuario por estar ya muy cerca de los puestos de descenso?

--No, pero como es lógico el equipo quiere ganar. Tenemos un grupo muy alegre, pero cuando ganas la alegría es doble. Veo al grupo tranquilo y ojalá que a partir del partido contra el Granada se vea reflejado el esfuerzo que estamos haciendo durante la semana para mejorar.

--¿Y nota algún temor por aquello de que el Zaragoza ha estado sufriendo varias campañas hasta el final para salvarse?

--Creo que nos tenemos que sacar ese temor de encima por lo que fue el pasado. Los jugadores que quedan de atrás nos cuentan la experiencia y nosotros tratamos de asimilarla para no volver a caer en lo mismo. Tenemos un grupo nuevo y debemos estar comprometidos para aspirar a cosas más importantes.

--¿Hasta ahora se parece en algo la primera experiencia europea que vivió en Grecia con la de ahora?

--No. En primer lugar porque el fútbol es diferente y para mí el de España es el mejor. En Grecia jugué desde el principio y no tuve lesiones. Esa puede ser la principal diferencia. Aquí hay mejores jugadores y la adaptación ha sido más sencilla tanto para mí como para mi familia. Ahora solo me faltaría jugar y entonces todo sería más lindo, pero yo estoy tranquilo.

--En verano decía que llegaba al Zaragoza cargado de ilusiones. ¿Sigue igual?

--Sigo igual y con las mismas ilusiones que entonces. Esto no ha hecho nada más que comenzar y confío en poder demostrar lo que soy como jugador. Quiero estar bien para jugar a un buen nivel y que la gente no pueda pensar que soy un refuerzo perdido o que he venido a llevarme el dinero.

--Ahora mismo no le queda otro remedio que tener paciencia, pero usted ha llegado cedido y necesita jugar para poder quedarse más tiempo en el Zaragoza.

--Está claro que el tiempo se va acortando y que me intención es quedarme en el Zaragoza, pero yo lo único que puedo hacer es trabajar al máximo para entrar en los planes del míster. Si me llega la oportunidad estoy seguro de que sabré aprovecharla. Yo me veo más tiempo jugando en el Zaragoza y triunfando. Creo que mi estilo se puede adaptar al fútbol español, aunque aquí se juega más rápido que en Suramerica.