Es una de las voces autorizadas en La Romareda. Sabe de lo que va el Zaragoza, palpa lo que siente la hinchada, lo que ocurre en la grada y lo que perciben sus compañeros. "Creo que los jugadores que han llegado nuevos se tienen que tranquilizar, no jugar con esa urgencia porque los equipos vienen a que pase el tiempo y a jugar con nuestra ansiedad", explicó ayer José María Movilla, consciente de que el nerviosismo puede pasarles factura. "Hay muchos que no han pasado por ciertas situaciones, no han vivido en equipos importantes y quizá les pese más que los que ya han jugado aquí".

De momento, el equipo estuvo respaldado en La Romareda por 10.000 espectadores tirando por lo alto. "El equipo tiene que ir a más y pronto se van a unir otros diez mil. Soy consciente de que tenemos que ser un equipo importante, que no nos pese el escudo ni la historia. A la aficion la tendremos que traer nosotros con nuestro juego y resultados. Poco a poco, con nuestro juego, esos abonados van a llegar".

Por su parte, Víctor Rodríguez, uno de los destacados del choque, dijo que son conscientes de la dificultad de esta Liga. "El equipo debe estar tranquilo. Genera ocasiones, pero falta acabarlas. Hay que mejorar cosas", dijo el delantero, que vivió bien de cerca la jugada del penalti por mano de Corral. "Es penalti claro. El árbitro aprecia que da al palo, es una lástima porque esa jugada hubiera cambiado el partido", apreció el delantero.

Por último, Montañés admitió que falta calma. "Ahora hablábamos en el vestuario de que hay que tener tranquilidad".